LA MANIFESTACIÓN DEL ESPÍRITU.

Pasado el Sábado, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra Maria a ver el sepulcro. Y he aquí fue hecho un gran terremoto; porque el ángel del Señor descendió del cielo y llegando, removió la piedra de la puerta, y se sentó sobre ella. Mateo 28:1-2.
En la llanura de Yucca, en el estado de Nevada, el 16 de Julio de 1945 el hombre tenia el poder de destruir la tierra. Era un día gris y a través de la radio se anuncio la explosión de la primera bomba nuclear en los Estados Unido. 

Un resplandor se vio en el cielo, precedido por una bola de fuego de color naranja Se estremeció la tierra. Fue una explosión producida por el hombre, para destruir a los seres humanos. 

Hoy en el mundo según la organización SIPRI hay un total de 17. 000 hay bombas atómicas de largo alcance y otras tantas de medio alcance, en el mundo. Es lo suficiente como para destruir la tierra mil veces. 

 Son cifras escalofriantes para el ser humano. Hace 1.900 años cuando paso el día de reposo (sábado) el primer día de la semana el ángel Gabriel descendió a la tumba donde estaba Jesús. Un gran terremoto o seísmo sacudió el lugar. 

Las repercusiones de aquel seísmo no solamente circuyeron el mundo, sino que revolucionaron los siglos y cambiaron al hombre. 

Este acontecimiento ocurrió en la mañana de la resurrección de Jesús. Jerusalén estaba tranquila, yo diría dormida sin darse cuenta el gran acontecimiento realizado en Israel. 

No había una gran multitud para recibir a Cristo glorificado, sino dos sencillas mujeres piadosas que en su corazón dolorido querían echar aleo en el cuerpo de su Maestro. 

En la tumba sólo había un grupo de soldados romanos adormecidos. Muchos cristianos están adormecidos por el rugir de las fiestas y de las tradiciones humanas, y no se han dado cuenta de lo sucedido. 

La tumba vacía proclamaba la resurrección de un salvador. Pero las autoridades judías hubieran necesitado el cuerpo de Jesús para desbaratar la resurrección de Jesús. 

Así hoy el mundo religioso quiere desacreditar la ley de Dios que esta en vigencia. Cierto es que en esa mañana ocurrió una explosión poderosa que, hace paralizar las 14. 936 bombas nucleares del mundo. 

El ángel retiro la piedra que retenía a Jesús de las garras de la muerte. No hubo aclamaciones, ni la gente se a golpeaba para ver la resurrección. Esta si que fue una gran noticia para la humanidad. 

No traería la muerte, sino la vida. A lo largo de los siglos el hombre a querido borrar esta imagen, pero Dios la a mantenido para que muchos creyesen en un Cristo resucitado. 

Y es a través de la muerte, de Cristo, el hombre puede ser salvo. Esta noticia hoy te llega a ti. Y puedas ser salvo por su gracia. Efesios 3:17-19.
MARANATA.

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