domingo, 19 de enero de 2014

NUESTRA IGLESIA.

Más si andamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión entre nosotros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado (1ºJuan. 1:7).

La pregunta que se debe hacer el cristiano es: ¿Que significado tiene la iglesia para la vida práctica el cristiano? ¿Tiene derecho ella a reclamar nuestro servicio y leal sostén?
La iglesia proporciono a nuestros padres principios e ideales que los capacitaron para hacer de nuestro hogar un cielo de tranquila felicidad.

Ella enriqueció nuestra infancia pintando sobre la tela de la vida cuadros tan hermosos y queridos que habrían de perdurar nítido durante la eternidad.  Pero a veces la cizaña se introduce, y deja malos recuerdos. Es por esto que Juan no deja a su grey en la desesperación, sino que se ocupa de los aspectos positivos de la vida cristiana para animar a sus hijos espirituales y para expresar su confianza en ellos.

Esto es lo que Jesús esta tratando de hacer con su iglesia, no la deja sola, "Yo te sostendré en el día de la aflicción, tu clamaras a mí, y yo te responderé". Por muy dura que sea la prueba del cristiano, siempre hay una salida, no estamos solos en esta lucha fratricida; el que viene a mi, no le hecho a fuera, venid todos los que estéis cansados y cargados, que yo os haré descansar.
En el esta la luz. Constantemente Dios está circundado de la luz que irradia de sí mismo.  Lo mejor que el cristiano puede hacer es caminar en los rayos de la luz que se refleja de Dios.  Así como un viajero sigue la luz del guía a lo largo del camino oscuro y desconocido, así el hijo de Dios debe seguir en el camino de la vida la luz que procede del Señor. (2º Cor. 4:6; Efe. 5:8; cf. Prov. 4:18).

Lo cierto es que durante la tormenta y las tensiones de nuestra vida, tenemos caídas, en ocasiones nos levantamos rápido, pero en otras nos cuesta más, pero lo importante es levantarse y mirar a la luz que es Cristo.  A lo largo de mi vida, e tenido muchas caídas, y en todas e encontrado el apoyo de Cristo para levantarme.  Pero en estos momentos de mi vida presente, estoy pasando la crisis más dura de mi vida, tengo a mi amada esposa con una depresión tan grande que solo encuentro apoyo en mi Dios.  

Oramos día y noche, a veces Dios me levanta de madrugada para orar, y os digo, amigos mios: ¡Que Dios tan maravilloso tengo! que hace que me levante para consolarme, y animarme, no hay palabras, ni letras que pueda expresar lo que mi corazón siente; y todo se lo debo a mi Dios.

Yo se que mi amada esposa se curara, si es la voluntad de mi amado Salvador.  Pero se cure o no se cure, todo sea para gloria de mi Dios, él medio la luz, y quiero seguir en la luz, hasta que Cristo aparezca en las nubes, y diga este  es mi Dios.

Yo os invito, a que no dejéis la iglesia como algunos tiene por "constumbre", ya que en ella es la luz del camino, y Cristo nos dice: Yo soy el camino la verdad y la vida, el que viene a mí no le hecho afuera, sino que estará con mi Padre en la patria celestial. 
"Orar por mi amada esposa" gracias y que Dios os de su paz.
L.J.M.

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