martes, 10 de abril de 2012

YUGO FÁCIL Y CARGA LIVIANA.

Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Mat. 11: 30.

Debemos llevar el yugo de Cristo para que seamos puestos en plena comunión con él.

"Llevad mi yugo sobre vosotros", dice él . . . El llevar el yugo pone al hombre finito en comunión con el amable y amado Hijo de Dios. (foto. La enfermedad es un pesado yugo, pero con el amor de Cristo la carga es más ligera).

El levantar la cruz separa al alma del yo, y pone al hombre en condición de aprender cómo llevar las cargas de Cristo. No podemos seguir a Cristo sin llevar su yugo, sin tomar su cruz y llevarla tras él.

Si nuestra voluntad no está de acuerdo con los requerimientos divinos, debemos poner coto a nuestras inclinaciones, abandonar nuestros deseos más queridos y caminar en la huella de Cristo.

Los hombres fabrican yugos para su propio cuello que parecen livianos y placenteros, pero que resultan fastidiosos en extremo. Cristo ve esto y dice: "Llevad mi yugo sobre vosotros.

El yugo que vosotros queréis poner sobre vuestro cuello, pensando que se amolda perfectamente, no resulta adecuado de ningún modo. (foto. El ser humano aveces le gusta llevar su yugo )

Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí las lecciones esenciales que debéis atesorar, porque yo soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. Mi yugo es fácil y mi carga es liviana".

El Señor nunca estima equivocadamente su heredad. Mide a los hombres con quienes trabaja. Cuando se someten a su yugo, cuando abandonan la lucha que no les ha resultado provechosa ni para la causa de Dios, hallarán descanso.

Cuando llegan a comprender su propia debilidad y sus propias deficiencias, se deleitarán en hacer la voluntad de Dios. Se someterán al yugo de Cristo.-RH 23-10-1900. 72 (foto. Cuando la familia deja sus pesadas cargas sobre Cristo, esta es aliviada por el amor y el cuidado de Dios. Nunca la dejara ni la abandonara.)
G. W.

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