viernes, 13 de abril de 2012

APRENDAMOS EL IDIOMA DE CANAÁN.

Goteará como la lluvia mi enseñanza; destilará como el rocío mi razonamiento; como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba. Deut. 32: 2.

Debemos ser testigos de Cristo; y lo lograremos al crecer diariamente hasta la plena estatura de hombres y mujeres en Cristo. Es nuestro privilegio crecer más y más cada día a su semejanza. (foto. ¿A quién tengo yo en los cielos? Y fuera de ti nada deseo en la tierra)

Entonces adquiriremos la facultad de expresar nuestro amor por él en un lenguaje más elevado y puro, y nuestras ideas se ampliarán y profundizarán, y nuestro juicio llegará a ser más sano y digno de confianza, mientras nuestro testimonio tendrá más vida y seguridad.

No debemos cultivar el lenguaje de los terrenos y llegar a familiarizarnos de tal manera con la conversación de los hombres, que el idioma de Canaán nos resulte nuevo y poco familiar. (foto. Torre es el nombre de Jehová; A él correrá el justo, y sera levantado).

Debemos aprender en la escuela de Cristo; no obstante, es manifiesto, que muchos se satisfacen con muy limitadas experiencias en su vida espiritual, porque revelan poco conocimiento de las cosas espirituales en sus oraciones y en sus testimonios.

Hay menos buen juicio manifestado en asuntos relativos a nuestro interés eterno, que en asuntos concernientes a nuestros negocios terrenales y temporales.

Los cristianos deben ser fieles en la escuela de Cristo, siempre aprendiendo más del cielo, más de la Palabra y la voluntad de Dios; más de la verdad y de cómo usar fielmente el conocimiento que han obtenido.-YI 28-6-1894. 75 (foto. Obteniendo el fin de vuestras fe, que es la salud de vuestras almas).
G. W.

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