Todos los que lleven dignamente el nombre de cristianos, que significa semejante a Cristo, estará llenos de piedad y pureza, de amor y reverencia por Dios y Jesucristo a quien envió; su espíritu, sus palabras y sus actos llevarán la imagen del cielo.
Los demás verán que ha estado con Jesús y han aprendido de él. Sus oraciones serán sencillas y fervientes, y ascenderán al cielo en alas de la fe. (foto. La mayor influencia que el hombre tiene, es reflejar el carácter de Cristo).
Al aprender en la escuela de Cristo, tendrán una opinión humilde de sí mismo; y aunque sea pobre en bienes de este mundo, será rico en la gracia del Espíritu de Dios, y podrá bendecir y enriquecer a los demás mediante su espíritu y su influencia, porque Cristo es en él una fuente de agua que surge para vida eterna.Esparcirá a su alrededor una atmósfera de esperanza, valor y fortaleza, que avergonzará a los mundanos, egoístas, que sólo tienen profesión de fe, que tiene nombre que viven y están muertos.-YI 22-6-1893. (foto. Los pioneros cuando segaron a Nueva Inglaterra reflejaban el amor de su Creador).
La preciosa fe inspirada por Dios comunica fuerza y nobleza de carácter.
Al espaciarse en su bondad, su misericordia y su amor, la percepción de la verdad será cada vez más clara; el deseo de la pureza del corazón y de la claridad de pensamiento será también más elevado y santo.Al morar el alma en la atmósfera pura del pensamiento santo, se transforma por su comunión con Dios mediante el estudio de su Palabra.
La verdad es tan amplia, de tanto alcance, tan profunda y tan ancha, que el hombre se anonada. (foto. En la edad media donde no había asistencia medica, las monjas reflejarón el amor de Dios con los más necesitados).
El corazón se enternece y se rinde a la humildad, la bondad y el amor. . . Siendo de limpio entendimiento, llegará a ser hombre de vigorosa inteligencia.-MC 370, 371.
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