EL QUE SE HUMILLA SERA ENSALZADO.

Entonces Simei hijo de Gera se postró delante del rey cuando el hubo pasado el Jordán, y dijo al rey: No me culpe mi señor de iniquidad, ni tengas memoria de los males que tu siervo hizo el día en que mi señor el rey salió de Jerusalén; no los guarde el rey en su corazón. Porque yo tu siervo reconozco haber pecado, y he venido hoy el primero de toda la casa de José, para descender a recibir a mi señor el rey. 2º Samuel 19:18-20.

El refranero Español que es muy amplio dice lo siguiente: Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Simei no mentía, pero ocultaba la verdad. 

Lo cierto que la verdad no puede soportar esa frase. La mentira es un abito desde la creación, Eva mintió Adan y Adan mintió a Dios, y la mentira se fortaleció con el tiempo. 

¿Pero qué se gana enmascarando la realidad? ¿No hubiera sido más fácil contar la verdad? Si el hombre hubiera dicho la verdad, en este caso, se solucionado el problema mucho antes y se vería desde otra perspectiva. 

Esto suena a sincero arrepentimiento. Pero, ¿lo era? Los antecedentes de este hombre no son muy halagüeños . Debido a la rebelión de Absalón, David fue obligado a abandonar el país. 

Durante su huida “Simei iba por el lado del monte delante de él (David), andando diciendo, y arrojando piedras delante de él, y esparciendo polvo” (2º 16:13). 

El fue un leal súbito del rey David, pero en las horas de la humillación de David se reveló su verdadera actitud: quería estar con el ganador. Después de la victoria de David, que volvió a ser el rey. 

¿Quien fue el primero en recibir al cruzar el Jordán? ¡Simei! ¿Mostró verdaderamente arrepentimiento? David le permitió vivir, pero no podía confiar en él. Ante de su muerte, le advirtió a Salomón que tuviera cuidado con él. 

Salomón respondió ordenando que Simei nunca saliese de Jerusalén. A pesar de su promesa de no salir, Simei un día se marcho para buscar a su siervo.

A su regreso la espada del verdugo lo esperaba. Simei no fue congruente con sigo mismo. ¿Tú eres congruente contigo y con los demás? 

Pero ser honesto, en la actualidad está siendo una cualidad en proceso de extinción, como los linces ibéricos. 

Si el desarrollo personal, intenta que consigamos la mejor versión de nosotros mismos, podemos hacernos la pregunta ¿Entonces para que mentimos? Simei es un ejemplo de las muchas que siempre quieren estar en el bando vencedor. 

Sus decisiones no se basan en convicciones, sino en ventajas políticas. No se pueden confiar en ellas. 

Claro que hay momentos, en los que mentir, esa tentación es mucho más grande a nuestros valores, ya que el premio a conseguir es la vida eterna, y las consecuencias acabaran pagándose.

Porque tras una mentira, hay que seguir produciendo otra más para mantener tu historia. 

“Di siempre la verdad por dura que sea esta , de esta manera no tendrás que recordar lo que has dicho”. El cristiano tiene que estar siempre alerta para decir la verdad. 
MARANATA.

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