Así también vosotros; pues que anheláis
dones espirituales, procurar abundar en ello para edificación de la
iglesia. 1 Corintios.14:12
Todos los creyentes cristiano han notado la
preocupación que tenía Pablo por la edificación de la iglesia.
¿Porque? Porque sabía que dentro de poco entraría conceptos
erróneos en la iglesia.
Tampoco Pablo habla de construir un buen
edificio con adornos, techumbres adornadas, y con buenos muebles
decorados a la época usanza. Ni construir iglesias de última
generación, con la tecnología más avanzada.
¡No! Podemos tener
buenas iglesias, y cómodos bancos. Sin embargo, desafortunadamente
admito que hay poca espiritualidad en las iglesias. Hace 24 horas,
que la coral de Zaragoza dio un concierto en la ciudad de Bilbao, por
su 50 aniversario.
Estuve hablando con cierta persona, de la
espiritualidad que hoy hay en las iglesias, me decía que no había
respeto en la casa de Dios, y que Dios lo estaba teniendo en cuenta,
y que los ángeles estaban tomando nota de los hijos fieles y los
verdaderos adoradores.
Cada vez que Pablo utiliza las palabras
“edificar” o “edificación” en sus diálogos sobre la
iglesia, el se refiere al crecimiento espiritual.
Los miembros de
iglesia deberían de orar especialmente por los dones de profecía,
de manera que la iglesia resulte edificada (1 Cor. 14:1-4), por está
razón no es malo desear dones espirituales.
Dios quiere que sus
hijos sean bendecidos de esa manera, pero el gran propósito de todo
derramamiento del Espíritu -a saber, es la edificación de la
iglesia -debe ser la mente del deseo de tener dones.
Y uno de ellos
es el respecto a Dios en su Santo Templo. La abundancia de los dones
edificara la iglesia. Cuando la iglesia recibe edificación por el
Espíritu Santo, habrá crecimiento en la evangelización que
redundará en un extenso ministerio misionero evangélico.
El
ejercicio primero en la edificación de la iglesia es la profecía.
Este don ha sido muy amenudo descuidado debido a la idea de que es
dado a un número pequeño de personas con visión apocalíptica.
Pablo, por su parte, enseño que todos los cristianos deben de orar
para recibir el don profetizar (ver 1).
Todos tenemos un don que Dios
ha puesto en nosotros, bien el de servir, el de predicar y dar
estudios bíblicos, el de conocimiento de saber curar por medios
naturales etc.
Todos tenemos uno, y ese don hay que ponerlo al
servicio de la iglesia. ¡Ojala toda la iglesia sea dotada de estos
dones! Para que los del mundo reconozcan el tremendo poder de Dios.
Amen.
MARTANATA.
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SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS.
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*SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS*
*CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN CCXIII (213)*
*Daniel 8:14. /C*
*Unas de los aspecto de debe de dejar clar...
Hace 21 horas
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