viernes, 9 de noviembre de 2018

BUSCANDO EL DON QUE DIOS ME DIO.

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 1º Cor. 12:4
El “don de la gracia” que mora en aquellos que aceptan a Jesús como su salvador. Este don mora en el hombre y obra de un modo especial en ellos. Son muchos los dones que el Espíritu dota al hombre. 

Recuerdo que mi hija me decía: ¡Papa tu tienes estos denos que Dios te ha dado, y tienes que usarlo para gloria de Dios”. A lo largo de mi vida, he conocido a hombres que poseían varios dones, y que podían servir a la iglesia para su edificación. 

Pero despreciamos esos dones bien por miedo, o por vergüenza al que dirán. ¡Que error tan grande! Dios se entristece de estas cosas. Yo no supe cual era mi don, hasta que mis hijos me dieron un ordenador, y mi hija me dijo que midon era la cominicacion. 

Hoy soy diacono consagrad, y maestro ES. Y director de Adra. Se que usted tiene dones que el Espíritu Santo le ha dado, y debe por medio de la oración, averiguar cual es y ponerlo al servicio de Dios. 

Pablo nos enseña, que esos dones no son para criticar ni hablar mal contra la iglesia establecida por Dios, sino para edificarla. En Romanos 12 tenemos una relación de esos dones. 

No todos valemos para dar estudios Bíblicos. En Efe. 4:1-16, encontraremos los dones de Cristo, que son habilidades para desempeñar aspectos del ministerio. 

Las mujeres tan bien tienen grandes dones, uno es la paciencia, otro el saber cocina, oh hacer el pan, o la costura, incluso predicar la paabra etc. 

Pero en todos ellos está el Espíritu Santo, que cada día nos enseña lo que tenemos que hacer. Y si alguno no se ve que hay en el un don. Debe pedirse en humilde oración en la presencia del Espíritu Santo y apreciar el don que le conceda. 

Conocí a una hermana que ella decía, ¡Dios no me ha dado ningún don! Pero muchas veces la vi dar consejos a los jóvenes, y orar con ellos. 

Ella tenia un don, que sin saberlo lo ejercitaba. El don del consejo, el de la oración, el de la paciencia. 

Ella decía: Josue, yo quiero morir sin dolor, y abrazado a mi Jesús. Cierto día, la encontraron cerca de su casa, en un parque dormida. La policía dijo que en su rostro había una paz que impresiono a los agentes. 

Su deseo se había cumplido. Ejercito el don que Dios le había dado hasta en su muerte. Hoy te llama Dios a ejercitar el don que Dios te ha dado. 

Los diferentes modos en que actúan los dones son todos creados y regidos por el Espíritu Santo. 

Hoy te llama a ti, madre, abuela, padre oh hijo, para que desempeñes esos dones que Dios te ha dado para veneficiar a otros. 
MARANATA.
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