martes, 26 de mayo de 2020

UN HOMBRE FIEL.

Aquí estoy; atestiguad contra mí delante de Jehová y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, si he tomado el asno de alguno, si he calumniado a alguien, si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho para cegar mis ojos con él; y os lo restituiré. Entonces dijeron: Nunca nos has calumniado ni agraviado, ni has tomado algo de manos de ningún hombre 1º Samuel 12:2, 4.
El reino de Dios se basa en el principio de la libertad de elección. El hecho de que Dios conozca el fin desde el principio en ninguna forma limitara al hombre para que tome sus propias decisiones (Ed 174). 

Dios sabía mucho antes lo que el pueblo de Israel iba hacer al entra en Canaan. Dios lo reveló que llegaría el momento cuando el pueblo pediría un rey (Deut. 17:14). 

Al hacer esa revelación, no les expresó cuál era su voluntad en este asunto. En Israel el nombre de Samuel ha llegado a ser sinónimo de honradez. 

La influencia moral de Samuel sería sobrepujada por la fuerza física de las ordenes de Saúl. 

Y Samuel era el portador de Dios y podía ser aún el canal por cuyo medio el Espíritu de Dios dirigía a su pueblo. 

En el tiempo de crisis para Israel Samuel era el medio empleado por Dios. Su integridad de carácter era imprescindible. A no ser por esto, su consejo sería poco eficaz. 

Debería ser un ejemplo para los hijos de Dios, y sobre todo para sus dirigentes. Ya que depende cómo sean sus dirigentes así será la iglesia. Es como una admonición para nuestro tiempo. 

Una de las cosas que llevaremos el pueblo de Dios al cielo es el carácter. La vida de Samuel muestra claramente que el carácter, como una planta, que crece gradualmente. Así debemos de ser los hijos de Dios. 

Me aterra las declaraciones siguientes: “La gran mayoría se perderán”. Cuando he escuchado a algunos pastores, animar a sus ovejas diciendo: “No te preocupes hermano Dios nos perdona, “tú estarás en los reinos de los cielos”. 

Se me pone la carne de gallina. ¿Vivimos en tiempos de del rey Saul? En cierto modo si, Tenemos el conocimiento, sabemos la teoría, pero muchos están lejos de Dios. “¡Y uno de esos puedo ser yo!” 

La vida de Samuel muestra claramente que el carácter, es como una planta que va creciendo lentamente y segura. Así debemos de ser los hijos de Dios, como una planta que crece al abrigo de Dios. 

A lo largo de la historia Bíblica, y a través de los profetas exigen del pueblo la honradez Jesús sustentó estricto principios de integridad personal. 

Casi todas las epístolas de Pablo terminan con una sección de cómo debe ser la vida cristiana, y su lema favorito es: “Procurar lo bueno delante de los hombres”. 

Sed verdaderos cristianos, imitar a Cristo que es vuestro ejemplo. Así como la savia proporciona los elementos para el crecimiento de la planta, también el Espíritu de Dios se convirtió en una fuerza interior, silenciosa, que se difunde por todo el ser. 
Así debe ser el cristiano que quiere servir a Dios.
MARANATA.
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