viernes, 25 de noviembre de 2016

DIOS DA AL HOMBRE LA FORTALEZ.


Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Nah. 1:7.
Nahum estaba profetizando la destrucción de Nínive y asegurándole a Israel que su seguridad estaría en Dios si ponía su confianza en él. 

El corazón humano anhela seguridad. Es natural que los padres den seguridad a sus hijos. 

Los animan a prender un oficio o una profesión. Les enseña a ahorrar dinero para hacer frente a emergencias. Cuando una señorita presenta a sus padres al hombre de su elección, lo primero que ellos quieren saber es si le puede dar seguridad. 

Muchos países han tomado medidas de seguridad social en beneficio de los que alcanza una edad avanzada y no pueden sostenerse con su trabajo. Pero hay una seguridad que demasiadas personas olvidan. 

No se mide en Euros o en dolares, en casas o terrenos ni siquiera en grandes barcos. Se mide sólo en la gracia de Dios. La seguridad espiritual demasiadas veces ha sido trocada por un plato de lentejas. 
Demasiado a menudo los ciudadanos de este planeta nos hacen olvidar la mayor de todas las seguridades; un lugar donde estaremos seguros y esta en la protección de Dios en este mundo, donde no hay seguridad. 
Paseando por Portugal, España y Roma hay un banco que me dejo intrigado “Banco del Espíritu Santo”. ¡ Qué nombre más significativo! ¡El Banco del Espíritu Santo! Desgraciadamente, no se puede hacer depósitos celestiales en un banco terrenal. 

En el verdadero Banco del Espíritu Santo esta en el reino celestial de Dios, y los depósitos se miden sólo en la lealtad la sumisión y la entrega a Dios.  

No quiero dar la impresión de que el dinero no es importante en la vida de Dios. Es la forma en que se usa el dinero. El dinero debe ser administrado con sabiduría, no derrochándose. 

Todos daremos cuenta en aquel día al señor por nuestros dones. Hay hombres que an ganado fortunas, y las a provechado para hacer el bien a gente necesitada. 
Este hombre de la historia no temía miedo a su seguridad, porque el había puesto su seguridad en manos de Dios. 
 
Sólo alguien que sea guiado por el Espíritu de Dios podrá tener una fe tal. La gran pregunta es: 
 ¿La tienes tu? ¿La tenemos nosotros? Es nuestra única seguridad si queremos estar en aquel día en la tierra Nueva con nuestro Dios. 

Aviso a los lectores: Por un error mio, no puedo haceder a mis Blog.  Ya que las notificaciones que manda Goolgle cuando entro en mi blog , a causado este problema, yo no se mucho de informatica. Y se que hay muchos como yo, que caemos en esas tranpas cuando nos manda notificaciones. No se cuato tiempo estare en esta situación. espero que me disculpen.
Maranata
Luis José de Madariaga.
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La Biblia a través del tiempo.
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