Bienaventurado los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Mateo. 5:9
En el primer siglo cuando Jesús pronuncio estas palabras de ser pacificadores, no eran bien recibidas. Los judíos que escuchaba estas palabras, estaban llenos de ira contra los romanos. Estaban inclinados a la insurrección y a la violencia.
El patriota judío, y con un espíritu de rebelión en su corazón era considerado como héroe nacional. En el año 4 a.C. Hubo un levantamiento contra los romanos, en el poder estaba Arquelao, y ejecuto a tresmil judíos.
El año siguiente, los judíos se reunieron y volvieron a luchar por su libertad, y fu la segunda gran matanza, en el año 70, saquearon el templo y lo quemaron.
Lo que Cristo quería decir al hablar de “pacificadores”, es útil considera el sentido de la palabra “paz” en el pensamiento semítico y en su forma de hablar.
El equivalente hebreo de la palabra griega eire en hebreo es shalom, que significa “salud” “bienestar”, “entereza”, “prosperidad”, “paz”. Lo que Cristo dijo: que los cristianos han de estar en paz los unos con los otros (1º Tes. 5:13) y deben de seguir la “paz con todos” (Heb.12:14).
Han de orar por la paz, y trabajar por la paz e interesarse en forma constructiva en las actividades que contribuyan a la paz de la sociedad. Todos los judíos se consideraba “hijos de Dios” (Deut. 14:1;Ose. 1:10; etc).
Concepto que también esta comparten los cristianos en nuestro tiempo. ¿Pero que significa ser hijo de Dio? La respuesta la encontramos en 1º Juan 3:1. Los hijos de Dios guarda sus mandamientos y estos no son gravosos.
El ser hijo de Dios significa parecerse a él en carácter (1º Juan3:2 cf. Juan 8:44). Los “pacificadores” son “hijos de Dios” porque ellos mismos están en paz con Dios, y están dedicados a la tarea de inducir a su prójimo a que estén en paz con Dios.
No puede haber paz, mientras desechen a Cristo como su Salvador personal, y guarden sus mandamientos. Creo con sinceridad que los discípulos de Cristo, siempre deben ser agentes de la paz y la concordia.
Su meta es presentar a Cristo como emblema de paz, pues sólo él puede poner la paz en el corazón del hombre.Los hijos de Dios no influirán por su capacidad de producir sufrimiento, sino por su facultad de aliviar el dolor y ser una bendición para los demás. Este es el mensaje de paz para este mundo donde hay tanto sufrimiento
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