Cuando el ángel abrió la puerta de la cárcel, el poder sobrenatural intervino para ayudar en una necesidad extrema y extraordinaria; pero Pedro, unos minutos antes estaba cantando y orando.
Este hecho ocurrió en el pasado y ocurre en el presente. “¡Yo doy fe de ello!” ¡Vive mi Dios que es verdad! Pues os conté mi experiencia en Badajoz (España).
Pedro poco después tuvo que llamar a la puerta de unos amigos, donde estaba congregados.
Debemos tener en cuenta que muy poco tiempo atrás, el rey Herodes había matado a Santiago, el hermano de Juan y su próxima victima sería Pedro.
El rey Agripa estaba a favor de los judíos, Saulo había entrado antes en la casa (cap. 8:3) para llevar a los hombres y mujeres a la cárcel.
Esta es la causa que Rode no abrió la puerta. La luz brilla en momentos que menos se espera.Rode (Rosa), son pocas las muchachas de servicio tan bien conocidas como ella.
A Rode como el ladrón en la cruz, como Maria que lavo los pies a Jesús, la viuda que puso dos blancas en el templo. Tu nombre y de muchos están escritos en el libro de la Vida, por tus buenas predisposición hacia los de más.
El gozo de los hermanos reunidos era inmenso, al escuchar que Pedro estaba libre. Este grupo estaba orando por la liberación de Pedro.
Esto es un lección que no podemos olvidar, el orar los unos por los otros. En estos momentos de pandemia, nuestros hermanos de Lérida, Galicia, de Bilbao, Zaragoza etc. Están orando por la unidad de su pueblo, por los hombres y mujeres que nos han dejado.
Pero contra mayor sea el peligro, el “Ángel de Jehová estará con su pueblo”. La oración es el arma más poderosa que el cristiano posee.
El pequeño grupo se dirigió a la puerta, ¡y allí estaba Pedro!Se quedaron atónitos.
Es difícil encontrar una mejor ilustración de la incapacidad, aun de gente buena, para creer que sus oraciones son contestadas definitiva y específicamente.No esta el tiempo muy lejano, que estos hechos se repitan en la iglesia de laodicea.
Muchos serán llamados a testificar por sus creencias, otros irán a los mas oscuros calabozos, y otros se esconderán en las montañas y cuevas. Pero todos ellos será protegidos por el Ángel del Señor.
La pregunta que hago es: ¿Que daríamos nosotros también tan sorprendidos si algunas de nuestras oraciones fuesen contestadas?
¿Oramos nada más porque tenemos que hacerlo o bien porque esperamos definitivamente la respuesta?
MARANATA.
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