Y Dios, que conoce
los corazones,les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo
también como a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y
ellos, purificando por la fe sus corazones. Hech. 15: 8-9.
En cierto lugar, donde no quiero acordarme,
había un hombre el cual sacaba toda su agua para su mantenimiento de
un pozo. El problema era que el pozo era agua salobre, y tenia que
hacer un proceso para volverla saludable.
Se le ha cerco un hombre y
le dijo porque no cavabas un pozo a cierta distancia.
El hombre le
miro seriamente y le dijo: “He hecho esto toda mi vida.
Estoy bien;
estoy acostumbrado”. Cierto es que el cristiano se acostumbra a
cierta manera de vivir y de pensar, que es difícil en cambiar su
concepto de vida.
En nuestra vida religiosa, hablo en términos
general, los hombres an conocido una religión que pasa de padres a
hijos y no quieren conocer nada más.
El hombre no tiene la exclusiva
de la religión, Pero hay dentro de la Biblia hay conceptos que no se
debiera violar, porque son divinos y inmutables.
Las ceremonias
fueron una piedra de tropiezo para los judíos. Y nuestras ceremonias
pueden llevarnos a un legalismo y perder el sentido de la ley y del
prójimo. Dios es el juez , y fue descrito por la iglesia dominante
como un Dios tirano y cruel.
Lejos de la realidad. Dios conoce
nuestros pensamientos, aun los más íntimos. No podemos engañarlo.
El Espíritu Santo sólo puede iluminar nuestro entendimiento de los
que están dispuestos a ser iluminados.
Dios abrió los oídos de
Lidia para que prestara atención al mensaje presentado por Pablo.
“Jesús dijo: “El que oye mis palabras, y cree al que me envió,
tiene vida eterna” (Jun.5:24).
La parte de Pablo era declarar todo
el conocimiento que Dios le había dado a Lidia, todo lo esencial
para su salvación.
El Espíritu Santo hizo su obra, entonces el Dios
de toda la gracia puso en acción su poder, y condujo a esa alma por
la senda correcta.
Si el pueblo de Dios, que dice que guarda sus
mandamientos, copera con los instrumentos divinos, la gran cosecha
severa muy pronto.
Y el éxito y la obra acabara pronto. Sólo
conociendo a Cristo conoceremos a Dios. Cristo nos insta a escuchar
su palabra, por qué son palabra de vida eterna.
Ya que esas palabras
pueden en un momento determinado se convierta en nuestro propio juez.
Debemos conocer a Cristo a través del Espíritu Santo para
asegurarnos nuestra salvación y ser vitalizado con un conocimiento
espiritual, es practicar su palabra. Sin esto todo lo demás no
tendrá ningún valor.
MARANATA.
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SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS.
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*SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS*
*CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN CCXIII (213)*
*Daniel 8:14. /C*
*Unas de los aspecto de debe de dejar clar...
Hace 21 horas
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