La oración es el vinculo por el cual el hombre se acerca a su Creador. Pero detrás de este texto está obra del Espíritu Santo que está intercediendo por nosotros con gemidos indecibles.
En los versos 23 y 26 “gemimos” Al igual
que el Espíritu de Dios que se une con nosotros en el anhelo de que
se complete nuestra salvación.
El Espíritu Santo nunca presenta una
excusa, como hace algunos de nuestros familiares o amigos, que nos da
la espalda cuando necesitamos su ayuda. El cristiano y cierto es que
tenemos debilidad espiritual en un mundo cambiante dentro de nuestra
iglesia.
Pero la ayuda esta cerca de nosotros, que aveces no la
vemos. La verdad es que no sabemos como pedir, y somos muy
repetitivos, y es ahí en acción el Espíritu Santo para pedir como
conviene.
Debido al ofuscamiento de nuestra visión humana limitada,
no sabemos si la bendición que pedimos será la mejor para nosotros.
Sólo Dios sabe el fin desde el principio; por lo tanto, es nuestras
oraciones cortas y sencillas siempre deberíamos expresar nuestra
sumisión completa a la voluntad divina para nosotros.
Cristo nos dio
ejemplo cuando oró: “Pero no sea como yo quiero, sino como tú”
(Mat.26:39; Jun.12: 27-28). La oración es un encuentro personal
intransferible con nuestro Padre. (Rom 8:27, 34). El que ora, recibe
ayuda del Espíritu de Dios, pero el que no ora, no recibe ayuda.
La
gran obra del Espíritu Santo es impulsarnos a orar, enseñarnos lo
que debemos decir y aun hablar por medio de nosotros (Mat. 10:19-20;
Rom. 8:15; Gal. 4:6). Dios escudriña nuestro corazón, nuestros
pensamientos, nuestros propósitos.
Dios conoce los deseos que el
Espíritu Santo inspira en nuestro corazón. No necesita que esas
emociones profundas se expresen con palabras. No necesita de la
elocuencia del lenguaje para persuadirlo a que nos oiga.
Dios
comprende nuestro anhelos que hay en lo más profunde de nuestro
corazón y está listo para ayudarte y bendecirte.
Pablo nos dice que el Espíritu Santo nos ayuda en todas nuestras situaciones, aunque nosotros no la comprendamos.
Pablo nos dice que el Espíritu Santo nos ayuda en todas nuestras situaciones, aunque nosotros no la comprendamos.
Pero hay una cosa que debemos de
tener muy clara. Dion no puede ayudarnos si no oramos, “mucha
oración mucho poder” “poca oración poco poder”.
Eso me lo aplico a mi mismo.Y es una realidad.
Eso me lo aplico a mi mismo.Y es una realidad.
Necesitamos las oraciones
intercesoras, ya que no sabemos las necesidades por las cuales están
pasando otros hermanos en Cristo en otras latitudes. La obra del
Espíritu Santo es llevarnos al Padre y a Cristo.
MARANATA.
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