viernes, 28 de octubre de 2016

NO ACEPTAMOS EL RETO DE SATANÁS.


Jesús le dijo: Escrito está también: No tentaras al Señor tu Dios. Mat. 4:7.
Recordemos cuán hábil y astutamente Satanás ordeno a Cristo que se arrojara desde el templo, citando el texto que le mostraba que eso era lo que justamente debía hacer, pues de ese modo evidenciaría ante todo el pueblo que el era lo que pretendía ser. 

“Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en su manos te sostendrán, para que no te tropieces con tu pie en piedra”. 

Al citar el texto Satanás omitió un punto muy importante. . . “que te guarden en todos tus caminos” (Sal. 91:11). Consintiendo en hacer la invitación, Cristo se hubiera aventurado en los caminos de Satanás, no en los caminos que Dios había previsto para sus hijos. 

Eso fue un reto y los agentes de Satanás están llenos de desafíos presuntuosos para ganar una oportunidad de hacer su voluntad con aquellos que lo acepten. Pero Cristo no aceptó el desafío de Satanás, no quiso entrar en conflicto con el tentador.. Dijo: 

“Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios”. . . Pregunto: ¿Cual es nuestra actitud ante las tentaciones que pone Satanás delante de nosotros? ¿Cuan fuerte es nuestra voluntad? 

Lo ángeles como espíritu administradores, están en el camino que el deber demanda recorrer a los herederos de la salvación y Dios les protege de todo el mal. . . 

Cristo en su humanidad dio un ejemplo de lo que el hombre debería hacer cuando es tentado por las sugestiones de Satanás. 

Nunca debemos aceptar un desafío para probar la verdad a los hombres inspirados por Satanás a hacer propuestas que Dios no ha originado; 
pues en esa forma Satanás nos sacaría del camino de la providencia de Dios y nos colocaría en una posición donde podríamos ser superados por el enemigo y seríamos vencidos para nuestro perjuicio y con daño para la causa de Dios (Carta 96.1900).
 Y por desgracia eso a ocurrido alguna vez. Nuestra única seguridad cada día y cada hora consiste en ser vigilantes. No podemos convertirnos en indolentes y descuidados. Os digo que Dios desea que su pueblo esté siempre en guardia. (Ibid.).
Aviso a los lectores. Después de una semana de sufrimiento, y seis horas y media en un quirófano, me encuentro en casa, hasta dentro de dos semanas que tengo que ir otra vez. Gracias por sus oraciones.
Maranata
Luis José de Madariaga.
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