martes, 5 de abril de 2011

UN MUNDO NECESITADO.

Esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad. Isa.59:9

Muchos leen las Escrituras sin comprender su verdadero sentido. En todo el mundo hay hombres y mujeres que miran fijamente al cielo. Oraciones lágrimas e interrogaciones brotan de las almas anhelosas de luz e
n súplica de gracia y de la recepción del Espíritu Santo.(foto. Cristo suplió las necesidades físicas y materia).

Muchos están en un umbral del reino esperando únicamente ser incorporados en él. En todas partes hay corazones que claman por algo que no poseen. Suspiran por una fuerza que les dé dominio sobre el pecado, una fuerza que los libre de la esclavitud del mal, una fuerza que les dé salud, vida y paz.


Muchos que en otro tiempo conocieron el poder de la Palabra de Dios, han vivido en lugares donde no se reconoce a Dios y ansían la presencia divina. (El copista; esto es lo que esta pasando en irán). El mundo necesita hoy lo que necesitaba mil novecientos años atrás, esto es una revelación de Cristo.

Se requiere una gran obra de reforma y sólo mediante la gracia de Cristo podrá realizarse esa obra de restauración física, mental y espiritual . Sólo el método será el que dará éxito para llegar a la gente.


El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: "Seguidme".

Es necesario acercarse a la gente por medio del esfurzo personal. . . Hay que aliviar a los pobres, atender a los enfermos, consolar a los afligidos y dolientes, instruir a los ignorantes y aconsejar a los inexpertos.

Hemos de llorar con los que lloran y regocijarse con los que se regocijan. Acompañada de amor y regocijarnos con los que se regocijan. Acompañada con el poder de la persuasión, del poder de la oración, del poder del amor de Dios, esta obra no será ni puede ser infructuosa.

Los seres celestiales aguardan para cooperar con los agentes hu
manos, a fin de revelar al mundo lo que lo que pueden llegar a ser los humanos, y lo que, mediante la unión con lo divino, pueden llevarse a cabo para salvación de las almas que están a punto de perecer.(foto. el hambre es mal compañero de viaje, Cristo nos dio ejemplo).

No tiene límite la utilidad de quien, poniendo el yo a un lado, da lugar a la obra del Espíritu Santo en su corazón y lleva una vida dedicada por completa a Dios.

G.W.

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