martes, 12 de abril de 2011

LA SENDA DE LA VIDA.

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. Mat. 7: 13-14.

Cristos nos invita a entrar en la senda angosta, donde cada paso significa abnegación. Nos invita a estar de pie sobre la plataforma de la verdad eterna y luchar tesoneramente por la fe dada una vez a los santos. . . (foto. a la izquierda la entrada a Jerusalen, la puerta más pequeña era para entrar y salir en casos de emergencias).


Al cercanos al tiempo cuando los principados, las potestades y las huestes espirituales de la maldad que se encuentran en las regiones celestiales sean lanzados de lleno en su lucha contra la verdad, cuando el poder engañoso de Satanás sea tan grande de que trate de seducir, si fuera posible, a los mismos elegidos nuestro entendimiento debe ser aguzado mediante la iluminación divina a fin que los artificios de Satanás no nos resulten desconocidos.

Todo el tesoro de los cielos está a nuestra disposición para que preparemos el camino del Señor. Al darnos la cooperación de los santos ángeles, D
ios ha hecho posible que nuestra obra sea un éxito maravilloso y glorioso. Pero rara vez el éxito sera el resultado del esfuerzo esporádico. Se requiere la influencia conjunta de todos los miembros de la iglesia.

La iglesia necesita hombres que, como Enoc, caminen con Dios y revelen a Cristo al mundo. Los miembros de iglesia necesitan alcanzar una norma mas elevada. Los mensajeros celestiales están esperando para comunicarse con los que han anulado el yo, cuyas vidas son un cumplimiento de las palabras: "Ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entrego a sí mismo por mí" (Gal.2:20).


De tales hombres y mujeres debe estar compuesta la iglesia antes que la luz pueda alumbrar al mundo con rayos claros y nítidos. Nuestro concepto del Sol de justicia está oscurecido por el egoísmo. Cristo es crucificado de nuevo por muchos que por su complacencia propia permiten que satanás los
dominen. . .

Es el propósito de Dios que todos sean probados para ver si son leales o desleales a las leyes que gobiernan el reino de los cielos. Hasta el fin Dios le permite a Satanás manifestarse como mentiroso, acusador y homicida. De esa manera el triunfo final de su pueblo llega a ser más señalado, más glorioso. (foto. Satanás engaño a los ángeles, lo mismo ara con el pueblo de Dios).

G,W.


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