domingo, 16 de diciembre de 2018

UN PASO HACIA ADELANTE

A fin de que la bendición de Abraham viniese sobre los gentiles a través de Jesucristo; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu. Gálatas 3:14.
La negligencia de Israel impidió que los gentiles recibieran las bendiciones que Dios quería que obtuviesen por medio del testimonio del pueblo escogido (T.IV, PP. 32-34). 

Esto fue a consecuencia de que los Judíos adoptaron practicas paganas, y posteriormente por levantar un muro inexpugnable que los separaban de los gentiles. 

Existe un proverbio Español que dice: Con buenas palabras y mejores hechos, conquistarás el mundo entero. El pueblo de Israel construyo un muro infranqueable. 

Sólo mediante Cristo dicho muro podía ser derribado y las bendiciones del Evangelio de salvación prometida a Abraham llegaría a todos los hombres. 

Cristo llamó al Espíritu Santo la “promesa de mi Padre” (Luc.24:49), y el Apóstol Pablo lo describe a los efesios como el “Espíritu Santo de la promesa” (Efe.1:13). 

Las grandes bendiciones prometidas a Abraham, la gran bendición de la salvación del pacto mediante Cristo es un hecho consumado en la Cruz. 

Pedro también hace referencia a esta promesa, cuando confirmó que el Espíritu Santo es dada a las personas convertidas (Hech. 2:38-39). Los Gálatas ya habían recibido el espíritu Santo por la fe, y esta promesa esta al alcance de cualquier persona, sea judío o gentil. 

Es verdad que hay una condición para recibir la promesa, y esta es la fe, pero esta fe lleva consigo una lealtad a Dios, y a sus mandamientos. Esta fe nos lleva al conocimiento de Jesús y por ende al plan de la salvación. 

Tan pronto como como un pecador abre su corazón y se rinde al poder del Espíritu de Dios, su corazón es redimido por esa fe salvadora. El espíritu Santo hace su obra en esa persona y hay un cambio en todos los sentidos, “ya no vivo yo” “sino que Cristo vive en me”. 

Si ha recibido como Salvador, tu vida empieza a trasformarse, ya no haces lo que hacías anteriormente, no pensabas de la misma manera, haces lo que esta de acuerdo con las leyes divinas. 

Hay cristianos que oran por una transformación más profunda, porque saben que aun hay cosas que dejar en el camino. 

Y cada vez el camino se vuelve mas angosto,mas cuesta arriba.

El Espíritu Santo nos transforma, cuando nos damos cuenta nuestro defecto de carácter asido transformado. Se rinde a la voluntad de Dios. 
Pero en medio de tanta intensidad, debe darse el paso de la fe. Sin ninguna influencia de las emociones, el cristiano que ora agradece a Dios con fe por venir y llenarlo con el Espíritu Santo. Por la fe Dios es glorificado.
MARANATA 
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