Y esta es la voluntad del que me ha
enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida
eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Jun.6.40
“Yo soy el pan de vida”, El
Autor, Alimentador y Sustentador de la vida eterna y espiritual.
Cristo se presenta así mismo como el símbolo del pan celestial.
Cristo se presenta así mismo como el símbolo del pan celestial.
El
comer y beber representa la amistad estrecha con Cristo. Es cuando
nos aferramos a él como nuestro Salvador. Una vez aclarado este
punto, la completa sumisión de Jesus a su Padre es para el creyente
una seguridad de que todo lo que Jesús hace por su pueblo tiene su
origen en el amante corazón de Dios.
La voluntad del Padre es salvar
al pecador. Pero la pregunta va más aya de nuestra compresión. El
deseo del Padre no sólo es que los pecadores vayan a Cristo, sino
que su propósito se extiende hasta la consumación del plan de
salvación cuando por la gracia de Dios todos ustedes y yo
resucitemos para gloria de Jesús.
En el verso 37 se establece una
verdad general, y después se hace una aplicación especifica de esa
verdad al caso del hombre que viene a Cristo, en el verso 39 se
establece la misma verdad en un sentido más amplio, y en el verso 40
se aplica esa verdad al caso especifico de cada uno que ve a Jesús y
cree en él.
El Padre nos da la seguridad de que su Hijo recibirá
todas las cosas que le corresponde, y nos asegura que cada uno que
cree en el Hijo será individualmente resucitado por él cuando
finalmente llame a los suyos.
Los judíos o fariseos tenían una
rigidez mental que les impidió comprender la verdadera razón que
Cristo era el pan de vida, ya que hicieron la pregunta equivocada, y
de este modo no pudieron entender la respuesta de Cristo.
Preguntaron
los fariseos: “¿Qué debemos hacer para poner en práctica las
obras de Dios?” “Esta es la obra de Dios, que creáis en el que
él ha enviado”. La respuesta iba al meollo de la cuestión:
¿Cuán
útil es practicar una nueva conducta, sin una nueva relación con el
Maestro? Cuando una religión es orientada a las obras y ha sus
propios méritos, nunca comprenderán el amor de Dios.
El Espíritu
Santo no podía trabajar con una mentalidad así, hoy pasa lo mismo.
Jesús sabía que el Padre no le impresionaba una bondad autofabricada.
Jesús sabía que el Padre no le impresionaba una bondad autofabricada.
Jesús anhelaba profundamente que los que oyen
comprendan que cualquier mejoría genuina de la condición humana se
produciría sólo cuando mantuvieran una unión personal y feliz con
el Creador.
En verdad, “todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tiene vida eterna”
En verdad, “todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tiene vida eterna”
MARANATA.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocalíptica
http://viajes a través del tiempo y del espacio
http://Alientos de vida eterna.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario