No mataras. Cualquier compresión
correcta de nuestra relación con nuestros prójimo indica que
debemos respetar y honrar su vida, pues toda vida es sagrada
(Gén.9:5-6).
Cristo magnifico la ley (Isa. 42:21). Los que pertenece
al ejército de Cristo deben actuar en acción concertada. No puede
ser soldados fieles a menos que obedezcan sus ordenes. . .
El exige
que su ejército sea unido, que avance constantemente, no como un
grupo constituido por átomos independientes. El poder de su ejercito
debe usarse con un gran propósito. . .magnificar la leyes del reino
divino ante el mundo, ante los ángeles y los hombres (MS82).
Este
mandamiento prohibe la violencia física, y el daño causado al alma.
Cuando el hombre deja a Dios a un lado, el Espíritu de Dios se
aleja, y en su lugar entra otro espíritu que domina su mente, lo que
genera violencia y muerte.
Esto se experimento ya en el cielo cuando
Lucifer realizó este tipo de actividad en el cielo. El era el ser
más elevado de la creación; estuvo muy cerca del trono de Dios;
conocía los planes divinos.
Era el ángel más ensalzado por Dios, y
de todos los ángeles del cielo. Pero su vanidad y su orgullo lo
llevaron al destierro y a la condenación. El domina la mente del
hombre y hace de este su instrumento.
Los que están bajo el paraguas
de Dios, estos serán protegidos por Dios y sus santos ángeles. El
es el autor de las guerras, de la violencia que hay en el mundo.
Dios
puso el mandamiento de no matar, porque Dios ama al hombre, pero le
dio la libertad de poder escoger a quien servir.
Pero hay muchas
maneras de matar a una persona y no sólo física, sino emocional,
despreciando la, y criticándola etc.
Cuando dejamos al Espíritu
Santo obrar en nosotros, hay una transformación, que va dirigida a
ayudar al más necesitado, a socorrer a las personas que lo
necesiten, no importa su color de piel, o su estatus social.
Dios ama
a la raza humana y sabe que fuimos engañados. Por eso sigue adelante
con su plan de salvación. El nos concede privilegios de conocerle y
estar bajo su paraguas.
Hoy vemos como la raza humana a degenerado,la
violencia, la falta de amor hacia los padres, hacia los más mayores,
y a los niños indefensos.
Toda esta situación en que nos encontramos es la falta que hay de deshumanización en la llamada tierra del bienestar.
Toda esta situación en que nos encontramos es la falta que hay de deshumanización en la llamada tierra del bienestar.
El deber del cristiano es dar amor a los más
necesitados no importa su condición social y ayudarles en sus
necesidades. Al hacer esto demostraremos nuestra semejanza al Dador
de la vida
MARANATA.
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