A LA MEDIANOCHE

Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibiste el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? Gal. 3:2.

Siempre he oído que los momentos mas tranquilos para hablar con Papa, es por la noche, es decir, sobre las 12 de la noche. Oh bien en la montaña a solas con tu Dios. 

Mis mejores ratos lo pasaba en la montaña con mi Dios, hablándole como se habla a un amigo. Contemplando la hermosura de las montañas y los valles, el aire que roza con esquisto tu rostro mientra elevas la oración al trono de la gracia. 

Son momentos solemnes de tranquilidad con nuestro Dios. Pablo hace una pregunta de gran trascendencia: Recibiste el Espíritu Santo. “Yo os hago la pregunta” Vosotros los que veis este blog del Señor, ¿A beis recibido el Espíritu Santo? 

Cuando uno recibe el espíritu Santo en su vida hay un cambio para la vida eterna. 

El Espíritu Santo nos convence de pecado y nos dirige hacia Cristo para que entremos en la verdad. 

Sabemos que la lucha del cristiano no es fácil, que la lucha es encarnizada, eso ya lo sabemos. 

Los Galatas habían experimentado el poder del Espíritu Santo, no hacían las mismas cosas que antes, eso ya era otra historia. 

Ahora eran nuevos cristianos, avían r e novado sus ideas, no robaban, no criticaban, no había intereses egoístas entre ellos.

Con humildad servían a sus hermanos de la fe, y a los necesitados. El evangelio en las Américas y en el Asia pacifico, son predicaciones que tocan todos los elementos de las profecías, cosa que en Europa se hecha de ver. 

En España solo son cultos suaves y no son realistas para el tiempo en que vivimos. La vida cristiana es una experiencia espiritual que comienza cuando el Espíritu nos convence de pecado y continúa con nuestra conducción divina de la verdad , y nos guía hasta la eternidad (Juan 16:8).  

Un cristiano no debe de ser legalista, por los conceptos materiales, o por el puesto que queremos tener en la iglesia para destacarse entre sus hermanos. 

¡ay! De aquellos que piensen eso, más le valiese ir humillado a Cristo. 

Tiempo vienen, en que las tormentas de las pasiones humanas se ha cercan al cristiano, a pasos agigantado, los reinos se están airando, y solo falta la gota que rebose el vaso. 

John Wesley tuvo que morir mucho al yo, para que el Señor lo vendiera y pasara una experiencia de conversión. 

Más tarde Wesley confeso: “Sentí que confiaba en Cristo, sólo en Cristo para salvación; y recibí la certeza de que Cristo me había limpiado, y me había salvado d la ley del pecado y de la muerte. 

No por obras, sino por la fe en Cristo. ¡Preparemos nos, Preparemos nos! Gracias, Señor, por darme gratuitamente lo que nunca podría obtener por mí mismo. 

MARANATA.

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