En este mundo en que vivimos, la
distorsión de la verdad se ha sumido en las más degradante teorías
de la evolución.
El espíritu del hombre se esta degradando hasta tal punto, que no discierne la verdad de la mentira.
El espíritu del hombre se esta degradando hasta tal punto, que no discierne la verdad de la mentira.
La gran mayoría
de la humanidad no cree en Dios, y menos en sus promesas. El
establecimiento del arco iris como señal de una promesa fiel a Dios,
Noé fue en su tiempo leal a los principios de Dios, a él fue hecha
la promesa y por ende a la humanidad.
Fue el “pacto” de Dios con
el hombre, de que nunca más abría otro diluvio sobre la tierra. El
Espíritu Santo trabajaría en la mente del hombre, para
convencerles de que no habría mas diluvio.
Es por eso que Dios puso
el arco iris en los cielos, para que fuera un testimonio visible para
el hombre. Todos sabemos que este fenómeno sale a producirse los
rayos del sol o por la refracción y la reflexión de la luz sobre
las gotas de agua en suspensión.
Este “pacto” significa un
contrato entre Dios y la humanidad, un acuerdo solemne que une ambas
partes.
En el pacto bíblico,sin embargo, las partes no son iguales. Ni los términos del pacto se discuten en sobre la mesa antes de firmarlo.
En el pacto bíblico,sin embargo, las partes no son iguales. Ni los términos del pacto se discuten en sobre la mesa antes de firmarlo.
Antes bien, es Dios -totalmente mayor que nosotros- quien
establece la condición del pacto. Dios hace un pacto con Noé y sus
hijos después del diluvio.
No solo la fe de Noé y la de sus hijos, sino por ende de todos los hijos de Dios en la tierra, hace de que Dios cumpla Su pacto.
No solo la fe de Noé y la de sus hijos, sino por ende de todos los hijos de Dios en la tierra, hace de que Dios cumpla Su pacto.
El Espíritu Santo, nos hace recordar cada
momento que sale en el cielo el arco iris, de que Dios sigue
cumpliendo su promesa. Y que no será destruida por la maldad que hay
en la tierra. En las Escrituras leemos acerca de los pacto Exo.19:3-6; Jos. 24:1-27.
Jeremías predice un nuevo pacto que se cumplió en el Nuevo Testamento (Jer. 31: 31-34). En este pacto muestra la bondadosa y condescendencia de Dios con el hombre.
Y que
sólo él es quien especifica el camino a la salvación y que
nosotros no podemos negociar con Dios acerca de los términos de la
salvación que nos ofrece.
Es en este contesto que el Espíritu Santo hace su labor en nosotros, haciéndonos recordar que el tiempo es corto y la vida breve.
Dios ha hecho un pacto eterno con su pueblo, un pueblo de naciones. Ese pacto pronto terminara la cosecha esta madura y lista para la siega. Por ello, cada vez que veamos el arco iris, deberíamos pensar en el arco iris que rodea el trono de Dios (Apoc. 4:3).
Jeremías predice un nuevo pacto que se cumplió en el Nuevo Testamento (Jer. 31: 31-34). En este pacto muestra la bondadosa y condescendencia de Dios con el hombre.
Y que
sólo él es quien especifica el camino a la salvación y que
nosotros no podemos negociar con Dios acerca de los términos de la
salvación que nos ofrece. Es en este contesto que el Espíritu Santo hace su labor en nosotros, haciéndonos recordar que el tiempo es corto y la vida breve.
Dios ha hecho un pacto eterno con su pueblo, un pueblo de naciones. Ese pacto pronto terminara la cosecha esta madura y lista para la siega. Por ello, cada vez que veamos el arco iris, deberíamos pensar en el arco iris que rodea el trono de Dios (Apoc. 4:3).
MARANATA.
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