Y hallados los discípulos, nos quedamos allí
siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese
a Jerusalén. Hech.21:4.
La pregunta o respuesta es si Pablo desobedeció
la advertencia de los discípulos que se encontraban con el.
Oh los
discípulos interpretaron mal la orden del Espíritu Santo. La otra
posibilidad es que Pablo pudo desobedecer la instrucción de Dios en
cuanto ir a Jerusalén.
Muchos eruditos no se ponen de acuerdo sobre
este tema. Pero tenemos que ver la trayectoria de Pablo para ver si
el cometió tal error. Se menciona que existía una iglesia en Tiro,
o un conjunto de cristianos en esa ciudad.
Dentro de esa estancia de
siete días, Pablo les hablo de la obra de Dios por Asia, y como la
palabra prosperaba. El deseo de Pablo era estar en Jerusalén en el
día del pentecostes (cap. 20:16).
Cierto es que otros puedan dan
consejos o pueden transmitir un mensaje de parte de Dios, en última
instancia cada persona debe tomar decisiones sobre la base de su
propia convicciones y el peso de las evidencias que hace llegar a la
conclusión personal de que esa revelación es la voluntad de Dios.
Esta amonestación profética fue presentada bien en Sábado, o en
otra reuniones de la iglesia de Tiro. Fue “movidos por el Espíritu”
estos hombre santos de Dios, que poseían el don del Espíritu Santo.
Pablo no necesito hacer un examen y no le influyo el deseo de la
gente.
La pregunta “Quédate con nosotros” era sincero y amaban
a Pablo, pero habían interpretado la advertencia profética de Dios
en cuanto al peligro y al futuro de Pablo de no ir a Jerusalén mal.
Esta advertencia y no una prohibición del Espíritu Santo es la que
Pablo entendió.
A Pablo se le prohibió de entrar en Asia y Bitinia
(cap.16:6-7). Si esta orden hubiera sido así Pablo hubiera obedecido
la directa prohibición del Espíritu Santo. Pensemos en algunas
decisiones que usted este enfrentando en este tiempo.
Que decisión
tomar en mi trabajo, en mi jubilación, o tal vez en mis exámenes. O
tal vez en mi vida espiritual, en cuanto a un cambio de rumbo en mi
vida.
La vida esta llena de decisiones. Pedimos consejos a los amigos
o familiares, que a la vista puede ser buenos o malos.
Lo que
deberíamos es pedir consejo al Espíritu Santo, para tomar buenas
decisiones. Pablo creía firmemente en el Espíritu Santo y este lo
estaba guiando a Jerusalén. Pueda ser que Pablo tomara una decisión
equivocada en ese momento, así como lo hacemos nosotros.
Dios puede
sacar algo bueno de lo malo y transformar las peores circunstancias
en algo que sea para glorificar a Dios. Pablo glorifico a Dios en su
muerte, y no hecho la culpa a nadie, sino se regocijarse en el Señor.
MARANATA.
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SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS.
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*SECCIÓN CCXIV (214). DANIEL Y LOS DOS IMPERIOS*
*CONTINUACIÓN DE LA SECCIÓN CCXIII (213)*
*Daniel 8:14. /C*
*Unas de los aspecto de debe de dejar clar...
Hace 20 horas
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