LA CUMBRE DE LA MONTAÑA.

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romanos 8:1.

Muchas veces me he preguntado si en realidad sabemos cuantas veces se menciona en la Biblia el Espíritu Santo. Según lo que he averiguado hay 94 versos que hablan sobre el Espíritu Santo. 

En Romanos 8, Pablo menciona al Espíritu Santo 19 veces. Eso me dice lo importante que es el Espíritu Santo para nuestras vidas. Cierto es, que hay una relación entre los cap. 7 y 8. 

Pero el cap. 8 es una ampliación de la exclamación de agradecimiento de Pablo. “Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro” (cap. 7:25). Esta palabra debería estar en nuestros labios, agradeciendo a Dios por los beneficios del Espíritu Santo en nosotros. 

No hay palabras para describir tan maravillosa obra que hace en nosotros. “Es el Espíritu de vida” “Es el Espíritu de Adopción”. 

Los cristianos debemos de “andar conforme al Espíritu”, vivir “según el Espíritu”, para que “seamos guiados por el Espíritu” y por el Espíritu “Clamamos:

¡Abba, Padre!” Cristo ofrece justicia y liberación a los que creen y aceptan las generosas estipulación del Evangelio, y que por la fe sincera se dedican a vivir en una obediencia absoluta. 

Dios tienen un pueblo que no miente (Isa.63:8), Pueda ser que haya todavía deficiencia en el carácter del creyente, pero “cuando en el corazón está el deseo de obedecer a Dios, 

cuando se hacen esfuerzos con el fin, Jesús acepta esa disposición y ese esfuerzo como el mejor servicio del hombre, y él suple la deficiencia con sus méritos divinos” (EGW ST.16-6-1890). 

Para el tal no hay condenación. Esto explica la relación que hay entre el cristiano y Jesús. Significa más que depender de él o ser nada más que un seguidor o discípulo. Deberíamos tener una relación diaria con Cristo, más intima. “Estar en él” (1º Juan2:5-6). 

“Los que no andan conforme al la carne, sino conforme al Espíritu”. Entonces estaremos andando con el “Espíritu que nos da vida”. La ley del Espíritu de vida es el poder vivificante del Espíritu Santo que rige como una ley en la vida. 

El Espíritu trae vida y libertad, es cuando hay una conexión entre el hombre y Dios a través del Espíritu Santo. 

Esta es la gran obra del Espíritu Santo, silenciosa, lenta, pero progresiva dando los frutos del Espíritu Santo. 

Cuando subí a unos de los picos mas famosos de España, me sentí transportado a otro mundo, contemple por primera vez la belleza de la creación. 

Dios formo cosas muy hermosas en la tierra y en el cielo que cuanta la gloria de Dios. Si esto humano es bello, que no sera lo que nos tiene preparado Dios para sus hijos.

MARANATA. 

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