ESCOGER A DIOS.

Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová Josué 24:15

La orden de servir al Señor no elimina la posibilidad de escoger. Cualquier servicio que no sea voluntario es inútil.

 Dios pone ante los hombres y mujeres la vida y la muerte y Dios en su gran misericordia nos insta a escoger la vida. 

Cuando Dios creó los mundos, dio la misma libertad a esos mundos. Ellos escogieron la vida, y hoy viven en armonía con su Creador. 

El hombre desechó la advertencia de Dios y escogió la muerte, tuvo que venir Cristo para darnos la oportunidad de escoger la vida. 

Dios no in interfiere cuando el hombre elige lo contrario, ni tampoco los protege de sus resultados naturales. Tanto el pueblo de Israel y Josué, tenían el privilegio de elegir a quien debía de seguir. 

Dios no coacciona la conciencia del hombre, lo deja elegir. Josué con la vista en la eternidad tomó la decisión más acertada, estar en las manos de su Creador. 

Todos los que dicen ser hijos de Dios, tienen la misma oportunidad que la que tuvo Josué. 

A quien debemos servir. La vida y la muerte está en nuestras manos. Josué vi el gran problema en que el pueblo se enfrentaría, teniendo en su propia tierra la idolatría, era vital tomar una decisión. 

La situación del pueblo de Dios no ha cambiado, estamos en otra época, en otro siglo, pero el problema está a la vuelta de la esquina. 

La decisión que tomemos hoy, servirá para muerte o para vida. No hay término medio. Algunas veces la elección de servir a Dios se convierte en un acto heroico, pues el cristiano lucha contra corriente, contra un mundo que va a su propia destrucción.

Los que van camino del cielo deben estar dispuesto, a pasar de toda oposición, a hacer lo que los apóstoles. 

No debemos hacer lo que hace la mayoría, sino ver la realidad de la salvación ofrecida por nuestro Dios.

Josué había sido notablemente fiel a Dios durante toda su vida, esto no quiere decir que tuviera altos y bajos, pero su trayectoria fue fiel a Dios. 

Todos los hijos de Dios, pasamos por altos y bajos en nuestra vida cristiana. Lo que cuenta es nuestra trayectoria hacia la Canaán celestial. 

Estamos tan cerca, que no nos damos cuenta de la situación que nos rodea. Si nos ponemos totalmente de parte del Señor, descubriremos que vale la pena de ser fieles a nuestro Dios. 

Aunque en esta vida no consigamos nada, con toda seguridad estaremos en la vida eterna. Porque tenemos a un Dios que nos ama, más de lo que nos imaginamos.

MARANATA.

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