LA VERDADERA RIQUEZA.

Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría. Ecl. 9:10.

Cuando somos jóvenes queremos gozar de la vida, sin preocuparnos por el mañana. En la historia del ser humano, ha habido hombre sin letras, que llegaron a ser hombres ricos, y de saber. 

El saber no ocupa lugar, pero los padres siempre se esfuerzan en que sus hijos tengan una carrera. La vida me ha enseñado que los estudios no son importantes. Pero hay otros que dicen que sin lo son. 

Personalmente conocí a muchos con carreras universitarias, trabajando de peón de albañil, y de barrendero. Hay otros que sin estudios se hicieron millonarios. 

Y hay otros que sin estudios fueron grandes hombres y mujeres de fe. El hombre mas rico es: Li Ka-shing sus padres murieron, y a los quince años abandono la escuela. 

Hoy es el hombre mas rico de Asia. El siguiente es: Amancio Ortega, entre los millonarios sin estudios, es el más rico. Empezó a los 14 años a trabajar en dos tiendas de ropa. 

Años después, fundo su imperio textil más grande del mundo, hoy es el más rico del mundo. Michael Dell. 

El dueño de la prestigiosa marca de ordenadores Dell, dejo la universidad y se dedico a lo que mejor sabía. 

Podíamos continuar la lista hasta 15 personas que no tenían estudios, pero que hoy son millonarios. La otra lista no son tan millonarios en bienes materiales, pero si en lo espiritual. 

Pablo dejo su brillante carrera para dedicarla a Dios, era rico en fe. Juan tenemos otro ejemplo pobre en el sentido de la palabra, pero ricos en la fe de Jesús. 

Podemos hablar de Daniel, Isaías de EGW, de Lutero, y un largo etc. El propósito de Dios era que el hombre fuera feliz y que con su capacidad ayudaran a otros. 

Teniendo una buena conciencia, y usar todos los privilegios y responsabilidades que la vida le da, en beneficio de aquellos que lo necesitan. 

El que es sabio se dedicara de todo corazón a la tarea de la vida, comprendiendo que después de la muerte no habrá oportunidad de compensar aquello que pudiste hace y no lo hiciste. 

Ya que descuidaste de hacer lo que era correcto ante Dios (Juan 9:4 cf.Gál.6:10). 

Muchos piensan que des pues de la muerte, irán al cielo ¡Un gran error! 

En la tumba no hay memoria, ni ciencia, ni sabiduría. Los muertos nada saben (2º Samuel 12:23; Prov.15:11). 

Es menester que durante nuestra estancia en la tierra, nos llenemos de conocimiento de la palabra de Dios. 

En ella encontraremos la verdadera ciencia en todos los campos. Todos debemos morir, ¿para que sirve las riquezas de este mundo? Dijo el salmista. “ Todo es vanidad de lo que se hace debajo del sol”.

MARANATA.

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