AQUELLOS BUENOS TIEMPOS.

Nunca digas: ¿Cual es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría. Ecl. 7:10.

¿Quien no añora los tiempos pasados cuando éramos más jóvenes? Hay quien vive en este estado de perenne nostalgia, de los “buenos tiempos idos”. 

El indisciplinado de espíritu con frecuencia cree que el presente es más penoso que el pasado, y por eso se vuelve más quisquilloso. 

Los ancianos piensa de esta manera, olvidándose de las dificultades de antaño y quizá de su propia faltas. 

Frecuentemente los los hijos de Israel añoraron en el desierto su vida anterior en Egipto. Donde los puerros, las verduras y los frutos secos eran abundante. 

La experiencia de Job demuestra una debilidad por el pasado (Job 29:2). Job dice: ¿Quien me volviese como en los, meses pasados? 

Creo que nadie jamás ha anhelado tanto el pasado que Job. Pocos hemos sufrido un desastre más súbito y completo, ni ha tenido mayor motivo para añorar el pasado. 

Los hombres de mayor edad, recuerda que en el mundo en que vivían, era menos violento, era más apacible y más conformista. No teníamos tanta tecnología, ni tanta ambición por la plata. 

El pensador Griego Sócrates dijo: “nuestra juventud actual ama el lujo” Esto lo dijo hace 25 siglos. ¿Se ha equivocado? 

El problema del ser humano es que a desplazado a Dios, por el dios de este mundo. Job recordaba como Dios le guardaba, cómo era bendecido por su fidelidad. 

Job en su interior quería volver a ser protegido por Dios y a volver a disfrutar de su cuidado. ¿Pensamos así los hijos de Dios? Todos somos hijos de Dios. 

Si, pero la biblia hace una distinción: entre los que guardan sus mandamientos y los que no los guardan. Job como hijo de Dios quería estar bajo la protección de su Dios. 

¿Y Usted ? Creo entender que el clamor de Job era como de un niño huérfano. Nosotros debemos de ser como niños, clamemos a Dios para ser restaurado con el Espíritu Santo. 

Es propio del ser humano olvidar lo desagradable del pasado y recordar sólo lo presente. Aun esto, en muchos casos es desagradable. Seamos realista. 

El pasado es pasado, con sus horrendos pecados, el presente también lo tiene. 

Cristo nos abrió el camino, que nos llevará hacia la eternidad. 

Ya que nuestro Dios es del pasado y del presente. Antes de que termine nuestra vida, debemos de estar en armonía con Dios. Antes de que termine nuestra edad en este mundo. 

Conozco a muchos que han perdido de vista a Dios, y son cristianos. Dios nos llama a todos al arrepentimiento, y hacer un pacto como lo hizo Job, de serle fiel, pase lo que pase, en nuestra vida.

MARANATA.

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