Es la quinta vez que esté
argumento contra la moralidad que nos habla Pablo.
Si los cuerpos de
los creyentes, de aquellos que dicen, guardan los mandamientos de
Jesus y tiene la fe de Jesús, son santuarios sagrados del espíritu
Santo, no deben ser contaminados por el pecado.
¿Por qué seguimos
revelándonos contra Dios? Pablo agrega, que somos hijos de Dios y
nuestro cuerpo “son miembros de Cristo” (ver.15) y “templo del
Espíritu Santo que Dios nos dio (Jun. 14: 16-17), y que cada pecado
que cometemos contra nuestro cuerpo es un pecado contra nuestro
Hacedor y contra el Espíritu Santo.
No estamos libres ninguno ni yo.
El cristiano que quiere ser fiel a Dios, tienen una lucha
encarnizada contra el “yo” contra sus “tendencias y deseos”
La lucha es encarnizada, unos obtendrán la victoria; otros se
abandonara a sus suerte.
Dios nos ha comprado y pide el trono de
nuestros corazones. El precio ha sido muy alto.Nuestra mente y nuestro cuerpo deben estar subordinados a él, y los hábitos y apetitos naturales deben estar subordinados a las necesidades superiores del alma.
Pero no debemos depender de nosotros mismos en
esta obra. No es seguro que sigamos nuestra propia conducta.
Espíritu Santo debe renovarnos y santificarnos. En el servicio de
Dios debe haber una obra hecha a medida (SpT, Serie A, Nº 7, p.39).
En cada hijo de Dios, a lo largo de la historia ha comprendido este
mensaje de Pablo. El creyente es Templo del Espíritu de Dios y del
Espíritu Santo en ese momento de la conversión. Muchos nobles
Españoles sufrieron el martirio impuesto 1478 por los Reyes
Católicos.
Y duro hasta 1834. Tuvieron poca luz, pero fue la
suficiente,ya que el Espíritu Santo trabajo en ellos y murieron por
su Señor, ellos serán contados por justos. Nosotros tenemos más
luz, más conocimiento, pero nos aferramos más a las cosas de este
mundo.
El Espíritu Santo no mora en un cuarto pequeño espiritual,
sensible en la mente del individuo, sino que habita o quiere habitar
en el ser humano en su totalidad. O es Señor de todo o es Señor
de nada. Todo depende de nosotros.
Dejemos trabajar al Espíritu
Santo en nosotros el hacer como el querer. Y cuando digo el cuerpo,
el hijo de Dios tienen que dejar muchos alimento impuros, y aun así,
sabemos que todo esta contaminado, pero dentro de lo malo hay que
escoger lo menos malo. El Espíritu Santo sólo quiere lo mejor da
ponerlo al servicio de Dios.
MARANATA.
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