Esta carta va dirigida a los gobernantes y a los jueces, pero por ende a nosotros a los gentiles. Para que cumplamos con los deberes del gobierno, pagar nuestros impuestos.
A pesar de que haya gobernantes deplorables y jueces injustos. Ellos olvidan que están bajo la autoridad del gran Gobernante, el Dios omnisciente, y que él está por sobre todo gobernante, príncipe soberano y Reye de Reyes.
Pero como la moneda tiene dos caras, así hay cristianos dentro del pueblo de Dios que tienen dos caras. Con una miran a Dios y con la otra al mundo.
Pero Pablo en este contesto, se presenta como un siervo que ministra las cosas de Dios. La predicación del Evangelio en su función sacerdotal.
Nosotros somos como Pablo, administradores de la verdad.
Y nuestra única misión es de proclamar de que Cristo esta a las
puertas. ¡No sabemos el día ni la hora, pero su llegada es eminente!
Los creyentes gentiles, (nosotros) tenemos que purificarnos mediante el Espíritu Santo, para que podamos ser acto delante de Dios, y la ofrenda sea agradable delante de Dios. (1ºPed.2:5).
La consagración a la obra de salvar almas, es personal y intransferible.
Es la ofrenda santificada por el Espíritu Santo (Rom. 8:9) y estás son aceptables a Dios. No nos engañemos, el corazón queda al descubierto delante de Dios. El Señor escudriña los corazones de los hijos de Dios.
Hay un concepto equivocado del amor de Dios.El quiere limpiarnos de nuestros corazones de la inmundicia de este mundo. David tenía presente “Crea en mi oh Dios un corazón limpio”
¡Cuanta basura tenemos que dejar atrás! Si Dios saliera de los limites de la realidad y concediera las peticiones de aquellos que sirven a dos señores, y que caminan fuera del sendero de la bendición, confundirían a las personas acerca de nuestro Dios.
Siempre he mantenido que la oración abre montañas, ahora digo: que la oración abre las puertas del cielo, y llega hasta el lugar santísimo.
Todos tenemos una lista de deseos, esa lista la
presentamos a Jesús, y todas serán contestada. A Pablo no le fueron contestada cierta peticiones, El espíritu Santo le impidió ir a ciertos lugares.
Dejemos o permitamos que la obra del Espíritu Santo sea hecha en nosotros para gloria de Dios.
Y veremos frutos en abundancia, ya que es Él que nos usa para la gloria de Dios.
Hoy te invito a que te pongas a su servicio, para que la cosecha sea en abundancia para la gloria de Dios.
MARANATA.
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