martes, 16 de octubre de 2018

¿LAS VOCES QUE CLAMAN AL MESÍAS?

Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella. Luc. 19:41.
Cristo bajaba del monte de los olivos, hacia la ciudad de Jerusalén, hacia el oeste del monte de los olivos, al otro lado del estrecho valle del Cedrón. Desde el monte de los Olivos, se divisaba unas panorámicas hermosas de Jerusalén. 

La cumbre esta aproximadamente a 100 metro del templo. Y por supuesto desde ese mismo punto se podía ver el calvario. Cristo se dirija a la puerta de las ovejas, para ir al templo. (DTG. 528-529). 

El general Vespasiano, cuando vio el templo se quedo maravillado de su hermosura y mando a su hijo Tito, que no lo destruyese. Dios tenia otros planes para su pueblo. 

Era natural que el corazón de todos los verdaderos hijos e hijas de Israel se llenaran de orgullo y gozo al verlo por primera vez la santa ciudad. 

Cristo lloro ante la puerta, porque sabía que pronto sería destruida, y su dolor fue grande por la dureza de sus corazones. La generación que Jesús censuró no era responsable por los pecados de sus padres, pero sus malas practicas, les hizo responsables de su conducta ante Dios. 

Ellos persiguieron a los mensajeros de Dios y a Cristo mismo, por consiguiente eran culpables de los mayores castigos. 

Cierto es que Cristo no está con el hombre, pero esta su representante, el Espíritu Santo. El también llora por la raza caída, ve como va hacía su propio ocaso. 

Llora cuando ve que los hijos de Dios se apartan y participan del las cosas del mundo. Llora, cuando ve una gran tibieza en su pueblo. 

Llora cuando sus dirigente hacen y rebajan las normas establecidas por Dios. Llora porque no estamos convertidos. 

Llora porque no hay respeto en su templo, y los hijos de Dios hablan y hablan en su santo templo, Él esta triste y las huestes celestiales también. ¿Como no va a llorar Jesús? 

En todo momento y en todo lugar debemos creer que él es tierno, fiel, capaz de guardar lo que se ha confiado a su cuidado. 

Pero somos nosotros lo que tenemos que decir la última palabra. Israel tomo su última palabra, negando a Cristo como su Mesías y Salvador. 33 Ahora nos toca a nosotros determinar a quien debemos de seguir. 

En la suprema crisis, cuando su corazón estaba a punto de sufrir un colapso, se asedio de su Padre, pidiendo fuerzas para resistir la prueba. 

Nosotros debemos hacer lo mismo, él nos dio el ejemplo. 

No hay pecado grande o pequeño que no perdone, sólo tenemos que ir en su busca, y su amor nos cubrirá los pecados. Pero Cristo ama la sinceridad, y por experiencia él nos recibe y nos perdona, Juan 3:16.
MARANATA.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocalíptica
http://viajes a través del tiempo y del espacio
http://Alientos de vida eterna.blogspot. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario