jueves, 4 de octubre de 2018

NUESTRO ULTIMO CAPITULO

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Rom. 8:28
Pablo agrega más motivos para que miremos con confianza el futuro que Dios nos tiene preparado. Sabemos que, de acuerdo con el propósito eterno de Dios, todas las cosas contribuyen ra el bienestar de aquellos que le aman. 

Por supuesto que el cristiano tiene que pasar por las pruebas y aun las dificultades de esta vida, lejos de estorbar nuestra salvación, podemos cooperar con ella. 

Sólo tenemos que mirar hacía atrás y ver cuantos han sufrido por causa de Cristo. Pero el mundo sólo ve a un Dios cruel y vengativo, estos hombres y mujeres no ven más aya de sus ojos. 

La biblia nos presenta el problema bajo una luz bastante distinta. Satanás o Lucifer, es quien causa congojas y trauma a la humanidad; para que parezca que el causante es Dios. 

Nuestro Dios es creativo, y bajo nuestra cooperación, puede transformar cualquier enfermedad en un triunfo. En este proceso de mentalidad renovada esta, el Espíritu Santo que nos lleva a todo conocimiento de Dios y sus planes. A los que aman a Dios. 

La sintaxis del griego hace que esta palabra sea enfática. La palabra describen a los verdaderos seguidores de Cristo, a los que realmente tienen la fe y confianza en la conducción de Dios. 

El obra en todas las circunstancia para nuestra salvación. El amor de Dios debe llegar primero al hombre y que este penetre en sus corazón, antes de amar a Dios (1º Jun.4:19). 

El Espíritu Santo debe de iluminar al hombres y mujeres para que éste pueda orar con humildad a un Dios perdonador.Pablo anteriormente ha referido al amor del Dios hacia el hombre (5:5,8). Y también hace referencia el amor del hombre con el prójimo (cap. 12:9-10; 13:8-9). 

Pablo nos quiere dejar muy claro que las aflicciones presente y futuras, las soportaremos por la gracia de Dios. Es el Señor que aprovecha esta circunstancia para obra u operar para bien de quienes le aman. 

Los cristianos debemos de alcanzar una dependencia más profunda de El y una determinación más claras de los valores que hoy nos estamos alejando. 

Cristo quiere una verdadera conversión, un cambio en nuestra vida, una renovación sincera y una entrega total. 

Nada puede lesionar a un cristiano que esta bajo el paraguas de Dios del universo, amenos que el lo permita (Jun 1:12; 2:6). 

A medida que se desenvuelve nuestra vida, debemos de tener la vista hacía arriba, donde muy pronto veremos a nuestro Salvador. 
Debemos de regocijarnos en saber que nuestro Dios esta a las puertas, y que todo ojo lo vera. 

En aquel día abra temor para unos y alegría para otros.¿Donde quieres estar tú? 
MARANATA.
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