COMO NOS SANA LA FE.

Jesús le dijo: “Hija por tu fe has sido sanada. Vete tranquila y curada ya de tu enfermedad” Marc.5:34 (version habla hoy).

Jesús podría haber hablado de diferente manera a la soprendida mujer recien sanada. Por ejemplo, podría haberle dicho: “Mujer, mi poder milagroso te ha sanado”. Pero no lo hizo, porque eso no hubiera expresado toda la verdad. 

Podría haberle dicho: “Mujer, tu fuerte convicción te han sanado”. Pero eso hubiera confundido a sus oyentes en cuanto al papel de acercase a Dios.

Podría haber pensado que la sinceridad les obtiene la respuesta de Dios. En cambio, se refirió a la relación entre El y la mujer por la cual ella lo miraba con fe y confianza. Esto produjo el saneamiento. 

Este breve encuentro con una mujer anónima en el camino a la casa de Jairo fue una parábola representada del plan de la salvación. 

El saneamiento de nuestras vidas dañadas por el pecado ocurre cuando comenzamos una amorosa amistad con un gran Amigo como Cristo, y nos gozamos. Y eso es la esencia del significado de la fe. 

En todas nuestras conversaciones acerca de la “justificación por la fe” debemos ser cuidadosos de no estar tan absortos en la justificación que nos olvidemos de la fe. En su sentido más puro, no podemos hablar de la fe sin hablar del Objeto de nuestra fe. 

“Fe” no existe en lo abstracto; sólo hay fe en Cristo”. Y esta relación confiada y sincera, inteligente e íntima es, en sí el poder sanador.

¡Oh, que pudiéramos captar todo lo que Jesús quiso decir con “Por fe has sido sanada”! ¿Fue registrado este pasaje sólo para la mujer que padecía de hemorragia, o para los que sufren de otros males físicos? 

¿Qué puede sanar la fe? ¿Qué transformaciones puede efectuar un amor vital en la vida de uno? Pensemos en esto: ¿Sería necesario seguir parándonos sobre la cara de otra persona para ser más altos, si ya supiéramos que se nos llama con todo orgullo hijos del Rey? 

¿Nos vengaríamos contra los que nos amenazan, si supiéramos que Dios mismo está de nuestro lado? La compresión de ese lazo divino-humano producirá la justificación genuina en nuestras vidas. La fe y la oración, abre las ventas del cielo. Y eso es, a nivel práctico, la justificación por la fe.
Maranata.
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(Oren por mi enfermedad, es muy delicada)