EL HOMBRE AIRADOS EN EL ESPÍRITU

Y Nahas amonita les respondió: Con esta condición haré alianza con vosotros, que cada uno de todos vosotros saque el ojo derecho, y ponga esta afrenta sobre todo Israel. . . Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder; y él se encendió en ira en gran manera. 1 Sam. 11:2,6.

Como el Espíritu Santo llena una vida, no sólo hay gozo y seguridad de salvación sino también ir contra el mal. Comoel enemigo amonita del antiguo Israel, el mal procura humillar, desfigurar y destruir a los cristianos de hoy día. 

Estos amonitas del siglo XXI surgen en los lugares más inesperados y en los momentos más inoportunos para sacar nuestros “ojo derecho” y poner “afrenta sobre toda” la iglesia. El mal se especializa en tácticas sucias y engañosas. 

Moisés era un dirigente laico en su iglesia local y a menudo hablaba a la congregación los sábados de mañana. Moisés solía explicar a sus futuros clientes: “Ustedes pueden confiar en mí; soy un cristiano. Mi compañía le construirá una casa con la que usted estará muy complacido”

Pero secretamente Moisés estaba haciendo un trabajo inferior. En realidad sus prácticas como constructor era engañosa y deshonesta, y trataba mal a los clientes.El pastor de Moisés, en una forma bondadosa, trataba de orar y razonar con él, pero el no escuchaba . 

Este hermano aparente dócil en su iglesia y gran predicador. Se enojó. Con el pastor y trato de destruir su ministerio. “Por desgracia hay muchos como este hombre, en todas las iglesias del mundo. (Es el huevo a la inversa, duro por dentro, y muy blanco por fuera). 

Los diarios publicaron la historia, y este comerciante fraudulento fue castigado por la ley. Sin embargo, a los ojos de muchos clientes y lectores del diario, cayo una gran afrenta sobre la iglesia,y el carácter de Dios fue mal representado. 

El Espíritu Santo trae ira contra el pecado en todas sus formas tortuosas porque muestra que el pecado es final y enteramente destructivo. Así como Saúl batalló contra los amonitas, también los cristianos que son llenos del Espíritu de Dios se encuentra envueltos en muchas batallas espirituales. 

Las personas no son los enemigos, pero el principio maligno del pecado debe ser enfrentado en todos los niveles del mundo que pueda experimentarse luego en un gran regocijo de victoria. 

“No olvidemos” que los ángeles están con nosotros en esta batalla final de la historia del ser humano”. Cristo venció en la cruz, nosotros venceremos por su “gracia y sus méritos”.

[Os pido que oréis por mi. 
Tegon una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga].

Maranata:

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