miércoles, 20 de julio de 2016

DIOS NOS AMA


Pues no habéis recibido el espíritu esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: Abba, Padre! Rom. 8:15.
No recibisteis” al comienzo de la vida cristiana, cuando te bautizaste el Espíritu de Dios” ¿Tu vida no fue cambiando paso a paso en tu vida? El creyente es reconocido, justificado y renace. En esa etapa Dios envía su espíritu al corazón. 

La cuestión es que el Espíritu siga en el caminar de tu vida, hasta que Dios determine otra cosa. 

La servidumbre, o esclavitud, que se menciona en las epístolas de Pablo, se contrasta con la libertad de los hijos de Dios, con los que están en la servidumbre del pecado y a la muerte como consecuencia del pecado. (Rom. 6:6, 16-17,20; 7:25; 5:21). 

Dion nunca ha desistido de su búsqueda de la humanidad caída. No importa cuán lejos hayamos arrastrado las corrientes del pecado, la búsqueda de Dios prosigue. Dios nos ama. Nos quiere en su familia. 

Su Hijo vino a buscar lo que se había perdido “tú” (Luc. 19:10). Dio su vida por nosotros, y a darla hizo posible que llegásemos a ser hijos por adopción y redención. Debemos estar conscientes de la adopción, entonces “ él Espíritu” es el que produce esta conversión en el creyente. 

El hombre no puede cambiar su naturaleza pecaminosa. No importa cuantas obras buenas hagas, “eres un pecador”. Lo único que puede cambiar esa naturaleza es Cristo a Través de su sacrificio. Por su amor llegamos a ser hijos, mediante la adopción, limpios por su sangre. Experiencia. 

Un matrimonio quería adoptar una niña. Fueron hechos los arreglos. Las autoridades verificaron si ese matrimonio era el adecuado y estaba en condiciones. El juez verifica que clase de familia era. ¿Son personas de buen carácter? 

¿Tiene normas elevadas? ¿Podrían satisfacer las necesidades si tuvieran un hijo propio? ¿Que clase de cristianos eran?  ¿Cumplían los requisitos que exigía la sociedad? Finalmente el juez consideró que ese matrimonio podría adoptar a esa niña. 

Los documentos de adopción fueron firmados y sellados. Nada podría cambiarlo. La niña era de ellos. Le dieron su nombre. La niña creció en una atmósfera de amor cristiano. 

Un día preguntó: ?Por qué me escogiste a mi? Pronto llego la respuesta: “Porque te amamos nada más verte”. Así es Dios. Nos adopta mediante el Espíritu a causa de su amor. Pagó el precio supremo para demostrar su amor. (En la historia hemos omitido los nombre del matrimonio)
Maranata
Luis José de Madariaga.
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