CUANDO EL ESPÍRITU DIRIGE.

Y como vinieron a Misia, intentaron de ir a Bitinia; mas el Espíritu no les dejó. Hechos 16:7
Pablo tenía planes de evangelismo. Toda Asia estaba ante él, y sentía su preocupación. Pero en esa ocasión el Asia no era para él. Dios tenía otros planes. Y mediante el Espíritu Santo se le prohibió a Pablo que fuera a Bitinia. 
Dios quería que fuera al sur de Europa donde había un hombre en Macedonia que esperaba ayuda. El plan de Dios era en ese monto llevar el Evangelio a Europa. En el vero 9, el llamado era para ir a Macedonia. Originalmente era un país al norte de la Grecia Clásica. Bajo el gobierno de Filipo (359-336. a.C.) y Alejandro Magno (336-323 a.C) logró gran poder. 
Sin embargo,en el año 142 a.C. Se convirtió en provincia romana y permaneció en esa condición hasta después de los días de Pablo. El hombre propone y es Dios que dispone. Pablo tenia su proyecto de Evangelización, pero no era los proyectos de Dios. 
Aveces queremos forzar los proyectos de Dios. Para hacer nuestra voluntad, pero es él quien determinara a donde vamos y para que nos envía. Aunque nosotros no lo comprendamos. ¿Cómo podemos entender a Dios? ¿Cómo hemos de conocer a nuestro Padre? 
Podemos dar muchas explicaciones, y todas serían validas. Pablo se puso en manos de Dios y paso a ayudar al Macedonio. Pablo no duda en que dirección tomar, “acude al clamor del que esta en peligro”. El que pedía ayuda era uno de sus compatriotas, este hombre estaba en Europa. 
Desde el punto de vista moderno se puede dar a este llamamiento una interpretación más amplia, ya que el hombre estaba en Europa y llama a Pablo para que diese el Evangelio. 26 Este es un momento crucial de la historia del Evangelio. 
El futuro de Europa dependía en gran medida de la respuesta. Se le había impedido cumplir su deseo de ir a Asia y Bitinia, pero ahora responde al llamado. 
El llamamiento macedónico, es el clamor de quienes no conocen a Cristo, ha impulsado a incontables millares a abandonar sus hogares para llevar el Evangelio a tierras extrañas, donde han trabajado en medio de incomodidades, en la soledad, la enfermedad y aun la sombra de la muerte. 
Jóvenes, vale la pena seguir la dirección del Espíritu Santo. Pablo lo hizo, y Dios lo bendijo. Cada uno puede ser misionero en su casa, en el barrio donde viven. 
Yo lo estoy haciendo hasta que Dios me lleve al descanso. Podemos hacerlo, y Dios nos bendecirá. Nunca nos guiará en la dirección equivocada.

Maranata

Luis José de Madariaga.

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