ALZADO POR EL ESPÍRITU.

Aquella figura extendió la mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el Espíritu me alzo entre losa cielos y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén. Eze. 8:3
Ezequiel fue trasladado en visión como (Dan.8:2). Era un tiempo de crisis para el pueblo de Dios. Israel había sido esparcido por su iniquidad hacia muchos pueblos del norte. 

Judá era una nación sometida; su rey y sus dirigentes y sus hombres de guerra estaban en Babilonia. Sin embargo Ezequiel permaneció fiel a Dios. 

Ancianos vinieron a consultar al profeta, mientras estaban con el Ezequiel fue alzado por el Espíritu, transportado en visión en la cual se le mostró a 

Jerusalén y especialmente el templo y las abominaciones que se hacían dentro del templo. 

Era un acceso a otro patrio donde donde se reunía mucha gente. Donde había imágenes Baal, de Astarté, y una imagen que no especifica el nombre, “imagen de celo” es una imagen que provoca el celo de Señor.


Dios revelo a Ezequiel que estaba dispuesto a castigarlos. Habían tenido muchas oportunidades de seguir a Dios. Sin embargo la salvación es individual no estaba excluida y cuando hubieron acabado los setenta años de cautiverio. 

Había un remanente de fieles que regresaron a Jerusalén y restauraron el templo. Y adorar al verdadero Dios de Israel. 
 
Hoy dentro del pueblo de Dios hay altares a la idolatría, y los sacerdotes (pastores, ancianos) guardan silencio. 

Las normas se han bajado, hay verdaderos ídolos dentro del pueblo de Dios, pero hacemos la vista gorda. La visión de Ezequiel debiera ser una advertencia para el pueblo de Dios de hoy. 

Desde la muerte de nuestro Redentor, muchas apostasías an entrado en su iglesia. Mucha teología liberal. Desde el siglo XIX el Espíritu de Dios suscitó a una persona como mensajera suya y le dio instrucciones que guiara a los fieles para que evitaran las abominaciones de Satanás en su viaje a la Tierra Prometida.  Por citar algunas fueron: Míriam, Debora, Huida etc. 

El Espíritu que alzó a los hijos de Israel en épocas pasadas puede alzarnos hoy a nosotros. Dios ama al que es sincero, no importa cual sea tu pecado, si eres sincero y busca ser fiel a Dios, ten por seguro que él te dará el poder para vencer. 

Mientra estudiamos la palabra de Dios y los mensajes inspirados, podemos ver también la Nueva Jerusalén en toda su gloria. 
El Espíritu nos insta a mirar hacia arriba. ¡Animo! Nuestra redención se ha cerca. (Luc.21:28).
Maranata

Luis José de Madariaga.

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