SALVANDO LA BRECHA GENERACIONAL

Después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Joel. 2:28.
Después de estos días. Esta promesa no se cumplió en Israel literal, rechazando así las bendiciones espirituales descritas (Eze 39:29) por su incredulidad y las naciones rechazaron a Israel (ver pp 33-35). 

Pero si se manifestó en tiempos de Jesús cuando él ascendió a los cielos. Los Apóstoles fueron llenados del Espíritu de Dios(Hech. 2:16-21) y hablaron en lenguas para edificación de la iglesia. 

El contexto habla de algo más que la recepción del Espíritu que acompaña a la conversión y transforma la vida del creyente. Esta bendición es dada a grupos o eneas de diferente clases sociales, el Espíritu Santo no hace acepciones. 

Si en la iglesia primitiva fue investida por el Espíritu Santo, en los postreros días la iglesia sera investida de tal poder. 

Sera derramado el Espíritu Santo, pero no en todos. 
Los acontecimientos de pentecostes fue el preludio del gran aguacero del Espíritu de Dios sobre su iglesia. 

“Este derramamiento predicho por Joel, de la manifestaciones de la gracia divina que ha de acompañar la obra final del Evangelio”

Muchos hijos de Dios descuidan la lectura de la Palabra, descuidan la oración personal. Luego las tinieblas sera una sombra en su corazón, y no podrán apercibir la venida de Cristo.

Muchos ancianos y pastores, piensan que por medio de la radio o TV. Van a llenar sus iglesias; ¡que error más grande! El trabajo tiene que ser personal. Puede ser una ayuda por la cual el hombre pueda conocer la verdad, pero el testimonio personal cuando el Espíritu Santo obra en dicha persona es intransferible. 

Cuando el hombre se da cuenta que las profecías Bíblicas se están cumpliendo, en estos últimos tiempos, irán a la fuente del agua viva que es Cristo. Siempre a lo largo de la historia, queda manifiesto que el Espíritu de Dios ha guiado a su pueblo en todas las edades. 

Y cuando se llegue cerca del fin de la historia de este mundo, se descubrirá la más grande manifestación que del Espíritu Santo haya experimentado jamás hombre. 
 
Por medio de la efusión del Espíritu Santo, en cuanto a la iglesia se refiere, se salvara la brecha generacional. Hijos e hijas, ancianos y jóvenes, se unirán en una causa común: finalizarán la obra de Dios. 

Serán portavoces de Dios y culminaran el mensaje de los tres ángeles. Es el privilegio de compartir este mensaje y esta experiencia con los demás, está puede ser tu experiencia personal con Cristo.

Maranata

Luis José de Madariaga.

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