He aquí que viene
con las nubes, y todo ojo lo verá, y los que le traspasaron; y todos
los linajes de la tierra harán lamentaciones por él. Apoc. 1:7
Juan después de
terminar su discurso en el verso 6, entra de lleno al tema principal,
la venida de Cristo. Esta es la meta hacia la cual se mueve todo lo
demás. Es significativo que Juan use el tiempo presente, “que
viene”, con lo cual destaca la certeza del acontecimiento y su
inminencia.
Conocemos muy bien
este testo Pero, ¿creemos en que sus palabras se cumplirán? Hoy
día 2 del año 2015 d.C. El mundo sigue lleno de vida. Continua la
rutina, trabajo casa trabajo, niños que nacen y que mueren, labios
que ríen y ojos que lloran.
Todavía compramos,
vendemos, construimos. La vida no ha cambiado.
Pero en la realidad
si ha cambiado desde el 11 de septiembre del 2001, y el 11 de Marzo
del 2004. Estos dos atentados en los Estados Unidos y en España,
cambiaron los acontecimientos en la historia del hombre.
Algunas almas se preguntan: ¿Cuando cruzaremos el Jordan? El Israel antiguo paso por el desierto, el Israel espiritual está pasando por el desierto de las naciones. ¿Cuando veremos a Jesús? Esta es la gran pregunta. Por desgracia ha habido predicadores que han puesto fecha, y todas han fracasado. La hora y el día no lo sabe nadie, solamente Dios.
Algunas almas se preguntan: ¿Cuando cruzaremos el Jordan? El Israel antiguo paso por el desierto, el Israel espiritual está pasando por el desierto de las naciones. ¿Cuando veremos a Jesús? Esta es la gran pregunta. Por desgracia ha habido predicadores que han puesto fecha, y todas han fracasado. La hora y el día no lo sabe nadie, solamente Dios.
Nuestro mundo se
esta desintegrando, hay más violencia entre la juventud, existe una
decadencia moral tremenda, hay una inseguridad en el mundo; y lo que
es peor, las naciones se están airando y el fundamentalismo va a
más. Este mundo se va desintegrando como si miles de bombas
atómicas hubiese caído en la tierra.
Cristo quedó
desfigurado más que el de todos los hijos de los hombre, así
también esta quedando mutilada la vieja tierra. Este sera el
Getsemaní, en el cual sera conducido hasta su agonía y finamente a
sus crucifixión, y el fuego consumador después del milenio acabara
con su vida.
En esta escena final
de su vida, abra dos clase de personas, no hay termino medio.
El grupo más numeroso pedirá misericordia y rogará que los montes y las peñas caigan sobre ellos y los oculten. Otro grupo numeroso volverá su vista hacía el cielo para contemplar la venida del Hijo del Hombre. Este pueblo que han pasado por el desierto de las naciones, han obtenido la victoria. Verán a la distancia una nubecita hacia la constelación de Orión del tamaño de la palma de una mano.
El grupo más numeroso pedirá misericordia y rogará que los montes y las peñas caigan sobre ellos y los oculten. Otro grupo numeroso volverá su vista hacía el cielo para contemplar la venida del Hijo del Hombre. Este pueblo que han pasado por el desierto de las naciones, han obtenido la victoria. Verán a la distancia una nubecita hacia la constelación de Orión del tamaño de la palma de una mano.
El ejercito de
ángeles escoltan al Señor de los ejércitos y se irán acercando a
la tierra. Los mismos ángeles que cantaron sobre las colinas de
Belén para anunciar la primera venida de Cristo encabezarán el
majestuoso séquito.
Todo ojo lo verá
aun los que le traspasaron, serán resucitados para ver que Jesús
era el Mesías prometido, verán su venida en gloria (Daniel 12:2).
¡Oh, qué sentimiento embargara al pueblo de Dios! Es imposible
describir ese espectáculo y la emoción que su vista despertará
en nosotros.
Pero lo más importante es estar preparados para encontrarnos con nuestro Jesús, tener perdonados nuestros pecados y nuestra vida amoldada a su voluntad. Ya que solo nos llevaremos nuestro carácter.
Pero lo más importante es estar preparados para encontrarnos con nuestro Jesús, tener perdonados nuestros pecados y nuestra vida amoldada a su voluntad. Ya que solo nos llevaremos nuestro carácter.
Sea la venida de
Cristo tu más caro anhelo en este día y en todos los días de tu
vida. El vendrá, de eso no hay ninguna duda. ¡Cuán glorioso será
ese día cuando podamos reunirnos con él en las nubes de los cielos.
Amen, así sea. Ven Señor Jesús.
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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