Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y victimas, como en que se obedezca a la palabra de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 1º Samuel. 15:22.
Se cuenta la historia de un hombre filipino que fue crucificado por que el lo pidió, era un acto de acción de gracias en una aldea a unos 100 Km. De la ciudad de Manila. Este pobre hombre había estado durante doce años enfermo, y entonces se curó.
Saco un bando que decía: que cualquier que lo crucificara no recibiría ningún delito por su muerte. Siguió diciendo: El ser crucificado, afirmo, era la única manera en la cual podía pagarle al Señor por todas las gracias recibidas de él.
El hombre estuvo inconsciente en la cruz durante varios minutos, luego le sacaron los clavos y fue llevado a su casa.
Ciertamente este hombre no debe haber comprendido lo que Dios esperaba de el. ¿Se habría agradado Dios de un acto tal?
La crucifixión de Cristo fue la única expiación aceptada por el pecado ante Dios.
En algunos países de America desde Mejico a Brasil, la tradición religiosa es flagelase, llevar grandes cruces, y crucificarse en algunos países de asía. Yo entiendo que esto se haga con fe, ero la Biblia ¿lo acepta?
Ofrecerse a sí mismo como sacrificio público a causa de un acto de sanidad está en desacuerdo con lo que Dios espera de sus hijos. No le sería mejor dar las gracias a Dios y contar a la gente su experiencia con el Señor, que hacerse crucificar en un madero, para que la gente viese cual bueno es.
Es cierto; Dios llama a sus hijos a hacer sacrificios, pero sacrificios de afectos personales, tales como ofrendas voluntarias, destinadas a hospitales, o dedicar tiempo para predicar el evangelio, ya que los intereses mundanales nos llevaría a la ruina eterna, estos sacrificios apresuraran la terminación de su obra.
¿Nos damos cuenta en el tiempo en que vivimos?
Yo creo que no. Nadie duda el fervor o la sinceridad del lustrabotas en castellano es limpiabotas, pero indudablemente podrían cuestionarse su sabiduría y en su buen juicio. Pero supongamos que ese limpiabotas, cristiano por cada zapato que limpia da un revista de salud, o un camino a Cristo, ¿cuestionaríamos su capacidad?. ¡No! El esta desempeñando en su humilde empleo lo que Dios le asigno. Evidentemente su conocimiento de lo que Dios esperaba de él era limitado, pero su efecto severa en la eternidad. Dios no pide que el hombre se martirice, flagelándose, o que se claven en la cruz.
Lo que Dios pide es obediencia, visitar a las viudas al huérfano. Y hacer el bien.
Nosotros fuimos crucificado con Cristo. El Padre celestial se deleita en nuestra obediencia a su palabra (la Biblia). Pero ¿cómo podemos obedecer su Palabra a menos que la conozcamos? ¿Y como podemos conocer su Palabra a menos que estemos sintonizando con su Espíritu Santo? Sea cual fuese nuestra edad, Dios mediante su Espíritu nos ayudará a comprender su Palabra.
Se necesita de nuestra parte una sincera disposición, no a ser crucificado, sino a aprender y a obedecer. Una obediencia tal nos proporcionará, no la agonia de la crucifixión auto puesta, sino el gozo de las bendiciones celestiales, y al fin un lugar en el reino de Dios. La vida que estamos viviendo hoy, ¿es una vida de obediencia, o de holocausto?
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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