viernes, 10 de abril de 2015

DIOS DE MISERICORDIA


Porque si los muertos no resucitan, Tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aun estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. 1º Cor. 15: 16-19.

La noticia más triste que una persona puede recibir es el fallecimiento de la madre. A lo largo de la historia de este mundo Satanás a tratado este tema de dos formas. A/ El da el mensaje de que el hombre cuando muere va al cielo, se le conoce como la inmortalidad del alma, B/ es la de que Cristo no a resucitado, por lo tanto el hombre no resucitara.

En el primer siglo Pablo ya advertía a los Corintios de este problema, mucho se apartaron de la verdad. 

Si no hay resurrección para que vivir una vida piadosa. Satanás trata de minar la fe en la resurrección para que sea más fácil que los hombres acepten la primera gran mentira con la cual negó la sentencia de muerte pronunciada por Dios por la desobediencia.
(Gén.2:17, 3:4).

Si el hombre no muere realmente cuando llega a su fin en  esta vida terrenal, entonces no hay necesidad de una resurrección; pero si la muerte es un cesación de la existencia, entonces la vida posterior depende de la resurrección ( Sal.146:4; Ecl. 9:5-6, 10).

Nuestra fe es “vana” del Gr. matáios, “inútil” , “sin propósito”. Pablo llama la atención a la falta absoluta de propósito alguno de la fe cristiana al Cristo no resucitado de los muertos. En nuestro mundo hay muchos millones que no creen en la resurrección. 

Es por eso que desde el día en que Dios dio la sentencia, la doctrina de la resurrección de Cristo y de los fieles cuando él regrese, adquiere un significado nuevo en mi vida como cristiano.

A lo largo de los años, la esperanza de la resurrección a sido cada vez más preciosa para los cristianos, que sea dicho de paso; para los que no creen en la inmortalidad del alma. 

A medida que avanzamos en la edad, nos resulta más preciosa, y por supuesto, a medida que avanzamos con los años, comprendemos más claramente la fragilidad de la vida. El estudio y la meditación en su palabra, y la oración en nuestro cuarto, nos hace robustecer nuestra confianza en el regreso de Nuestro glorioso Salvador Jesucristo y en esa resurrección.

Hay una promesa que nos da él Señor: Ahora que Ud. ya no puede mantenerse activa, y cuando las dolencias la asedian, todo lo que Dios requiere de Ud. es que confié en él. Encomiende a él su alma como a un fiel Creador. 

 Nos queda tan sólo poco días como peregrinos y extranjeros en este mundo, en busca de una patria mejor, la celestial. Nuestro hogar está en el cielo. Entonces fortalezca la confianza de su alma en Dios. Deposite sobre él toda su carga” (2º MS. 264).

Pablo es muy claro cuando nos habla, la certeza de la resurrección es claro y lógico. 

Si los muertos no resucitan, entonces Cristo está todavía en la tumba. Pablo añade una reflexión si cristo no resucita sus seguidores no resucitarán.

Nuestra esperanza esta puesta en Cristo, Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi vivirá. ¿Tú que crees? La elección es tuya.
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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