Y todo aquel que
vive y cree en mi, no morirá eternamente. Juan. 11: 26.
Cuando el Dr. James
H. Bendfor, psicólogo californiano de 73 años, falleció a
consecuencia de un cáncer de pulmón, el inusitado método que se
siguió para conservar su cadáver atrajo
a atención del todo
el país. Se lo cubrió de hielo seco, e extrajo la sangre y se le
remplazó con una solución anticongelante.
Este extraño proceso se
realizó de acuerdo con los últimos deseos de Bedford, con el
propósito de promover la causa de los “criones” (movimiento que
se ocupa de congelar a los muertos para reanimarlos en el futuro,
basado en la esperanza de que ha alcanzado este concepto dio como
resultado la formación de varias sociedades “crónicas” .
Su lama es: “Nunca
digas muerto”. Los cristianos se asombra al ver que la gente
recurre a tales extremo con la esperanza de prolongar apenas un poco
de su vida, cuando en realidad Cristo le promete al creyente no
sólo un poco más, sino la vida eterna. Y esa vida eterna se basa
en una fe salvadora en el Autor y Sustentador de toda forma de vida.
No hay incertidumbre
al respecto. ¡El creyente está seguro! En varias ocasiones el
Dador de la vida ha dado pruebas de su capacidad para cumplir esta
promesa. Moisés y Lázaro y la hija de Jairo son ejemplo de
personas que han sobrevivido después de la muerte, aunque solo
Moisés fue trasladado al cielo.
Juan presenta en su
declaración “no morirás eternamente” La negación esta
vigorosamente expresada en el texto griego (cap. 4:48)
Aunque claramente aquí se hace referencia a la segunda muerte no a la cesación (descanso) de la vida que sobreviene a todos el término de su peregrinación por el desierto de las naciones. (Juan 11:25).
Aunque claramente aquí se hace referencia a la segunda muerte no a la cesación (descanso) de la vida que sobreviene a todos el término de su peregrinación por el desierto de las naciones. (Juan 11:25).
Cristo lo deja muy claro “aunque estés muerto vivirás” Los
cristianos que guardan los mandamientos de Jesús y tiene su fe,
aunque estén muertos vivirán.
La segunda muerte es sinónima de la
expresión “no se pierda” (cap. 3:16). Quedara libre de este
terrible fin los que vivan en Jesús y crean en él tendrá vida
eterna. (Apoc. 20:6).
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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