lunes, 13 de abril de 2015

"ELLAS TENIAN MIEDO"


Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto: ni decían nada a nadie, porque tenían miedo. Marc. 16:8

¿Podemos condenar a estas tres mujeres? Ellas tuvieron miedo, o respecto a lo que estaban viendo. ¡Creo que no! ¿De qué otra manera iban a reaccionar en la situación en que se encontraban? Podemos cerrar los ojos y imaginarnos la escena de Maria Magdalena, María la madre de Jacob y a Salomé levantándose al alba. Su conversación se centraba en los acontecimientos ocurridos el viernes, mientras se encaminaban hacía el sepulcro.

Al acercarse al lugar, se preguntaban una a la otra ¿como podemos mover la piedra, es muy pesada? ¿No nosotras no tenemos fuerza suficiente para hacerla rodar? Preocupadas por este problema, ellas siguieron adelante a pesar de todo los obstáculos.

La tenue luz del alba y la luna que se escondía dando el paso al rel sol para que dominase sobre la tierra. Su corazón latia cada vez más deprisa, y cuanto más se ha cercaban su corazón latía más deprisa, cuando vieron la piedra que habías sido removida.
El sudor broto de su rostros, su cuerpo tembló de miedo al pensar en su corazón que había sucedido, ya que los sacerdotes y los zelotes eran capaz de hacer cualquier cosa por desprestigiar a Jesús.

Con cautela se ha cercaron al sepulcro, trayendo el ungüento y las especies para su embalsamamiento. Y en medio de la soledad y esclarecimiento del cielo, oyeron unas palabras dulces y melodiosas del ángel: “No os asustéis"; ¿buscáis a Jesús nazareno el que fue crucificado? Ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron"
Sabiendo que Jesus era un hombre metódico y ordenado, dejo el sudario recogido y ordenado a los pies de la losa. Esta era la costumbre Judaica de enterrar a sus muertos. No colo la describe algunos eruditos, que deja el sudario casi por eñ suelo.

Pero id, decir a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros”. Nuestro texto declara que se fueron deprisa del sepulcro con temblor y espanto y que no dijeron nada a nadie.

Recuerdo en mi juventud que pase por medio de un cementerio, y solo el echo de pasarlo de noche impone. No me extraña que las dos mujeres ante la noticia y ese momento entre noche y día de vio pasarlo muy mal.
Algunos eruditos mal intencionados, mantiene que no les comunicaron a los discípulos la noticia que les dio el ángel, pero en realidad fue que las mujeres no dijeron nada a nadie de la ciudad , o con aquellos que se encontraban. Estaban asustadas ¿No estaría usted tanbien asustada/o?

Dentro de la mentalidad judía, no concebía la resurrección, o se acordaron de Lazaro. ¿Como podía volver a la vida un muerto? Se preguntaban, sus mentes estaban turbadas por el dolor. La tumba es el último lugar de descanso.

¿Cuantas veces hemos leído esta historia sin meditar en ella? ¿Nos damos cuenta ahora de lo que deben haber sentido esas mujeres?¿Hubiéramos actuado nosotros de otra manera? ¿Se trata sólo de tres mujeres temerosas junto a una tumba vacía? ¿O representan a toda la humanidad?


Hace poco presencie el entierro de un hermano de la fe, acto seguido un poco mas adelante de otro hombre, ¡que diferencia!
En uno había tristeza llores y mas lloros, en el otro alabanza y el canto más allá del sol con que termino la ceremonia. Cristo murió y resucito para que nosotros los que creemos en su resurrección tengamos vida y esperanza en aquel día gñorioso.

Marchemos hoy sin temor, con la seguridad de que Dios nos acompaña. Sirvámosle. Vivamos para él. Seamos sus testigos, sabiendo que si nuestra corta existencia es interrumpida por la muerte, algún día habrá una tumba vacía con nuestro nombre escrito en ella. No estaremos allí. Estaremos con él. Y así estaremos siempre por toda la eternidad.
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

No hay comentarios:

Publicar un comentario