Oh Jehová, ¿que es
el hombre, para que de él conozcas? ¿Oh el hijo del hombre, para
que lo estimes? Sal. 144:3.
En hebreo el verbo
'enosh, ste vocablo se usa para designar al hombre débil y frágil.
Cuando una persona contempla la inmensidad, l misterio y la del
universo, tiene que reflexionar en lo infinito del espacio y los
innumerables cuerpos celestes, debe sentirse un poquito infinitesimal
en el universo.
Si esta es la
admiración habitual de los mortales iletrados, ¡Cuanto mayor no ha
de ser la de los que tienen un conocimiento de la astronomía y
pueden observar con sus grandes telescopios las profundidades del
espacio conocido!
El salmista se
admira al contemplar el cielo estrellado. Se ve tan pequeño y tan
diminuto, que en su reflexión se acuerda de que es nada dentro del
universo. En su reflexión se acuerda de la creación del hombre,
que fue formados del polvo de la tierra (Gén. 1:26; 2:7).
¿Quien visita al
hombre? Estoy hablando para el creyente, pero si hubiese algún ateo
para él también es. Dios siempre visita al hombre, bien sea a
través de su ángeles. En Heb. Paqad, que no solo describe la acción
de visitar. Sino de “cuidar”, se “preocupa por”. Nos esta
diciendo que Dios nos cuida y que tiene un interés especial en
nosotros. (Gén.21:1).
Desde que el hombre
fue creado por Dios, el hombre ha tenido el concepto dualista o hasta
pluralista del ser humano. La gran mayoría de los cristianos creen
que los seres humanos están compuestos e diversas partes, y que una
de ellas puede tener existencia consciente separada del cuerpo.
Teoría que viene de
la reina Semiramis (esposa de Nimrod Gén. 10:8-9), cuando murió su
marido y tuvo un hijo de su amante, pero ella declaro al pueblo que
había sido engendrado de su marido que estaba en el cielo).
Pero aunque el testo
nos habla de la misericordia de Dios para con el hombre nos deja el
relieve, que nuestro concepto de ver las cosas nos dice que el hombre
tiene tres facultades físicas, mentales y espirituales, que el
hombre es triple pero inseparable.
El cristiano no debe
de aceptar la teoría de que el ser humano es divisible (teoría
Babilónica). No: es una unidad inseparable. Cuando cayó, su caída
fue total. Cuando Dios lo restaura, lo restablece totalmente a través
del sacrificio de Cristo. Dentro de este contesto, Dios visito al
hombre y lo volverá a visitar por segunda vez y definitivamente. El
Dios infinito, cuyo universo e mundos reclama su atención, ¿por qué
habría de preocuparse del efímero ser humano? ¿Por qué habría de
honrarlo haciéndolo virrey de la tierra?
Esta pregunta tan
sólo puede contestarse cuando se reconoce el valor de un alma,
creada a la semejanza de Dios.
“Sólo se puede
entender el valor de un hombre cuando se va al Calvario. En el
misterio de la cruz de Cristo podemos justipreciar el valor del
hombre”. (2 T. 364-635).
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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