¿No sabéis que
sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si
alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque
el templo de Dios, el cual sois vosotros, sato es. 1º Cor. 3:16,17.
Pablo conocedor de
la filosofía Griega compara el templo Gr. Náos, que es el lugar más
intimo sagrario de un templo. En el N.T. Náos establece diferencia
entre el edificio del templo y el predio completo del templo -el
templo y su construcción anexa- o hierón (Mat. 4:5). Pablo dirige
su atención a lo que constituye el edificio espiritual.
Colectivamente forma
el templo espiritual de Dios en el cual reside el Espíritu Santo.
Pablo se dirige a la iglesia, de esa época y a la nuestra, nos
amonesta para que la iglesia no sea perjudicada bien sea por
intereses propios de la persona, o por conceptos teológicos, incluso
por nuestros hábitos.
Reconocemos que no
es solo el templo de Dios, sino la morada del Espíritu Santo. ¡Que
cuidadosos debemos ser a fin desarrollar hábitos apropiados en los
aspectos mental, físicos y espiritual de nuestra vida. E.G.W.
Declara: “Dios nos ha dotado de cierto caudal de fuerza vital. . .
Si conservamos con cuidado la fuerza vital, mantenemos en buen orden
el delicado mecanismo del cuerpo, el resultado será la salud; pero
si la fuerza vital se agota demasiado pronto, el sistema nervioso
extrae de sus reservas la fuerza que necesita, y cuando un órgano
sufre perjudica todo los demás quedan afectados. (El M. C. p. 179).
La iglesia de
corinto estaba pasando por problemas al igual que la nuestra. Bien
sea de problemas de salud, o problemas entre hermanos por diferencia
ideológicas bíblicas. Pablo tenia los mismos problemas que tenemos
nosotros, es por eso que Pablo se dirige principalmente a los que su
proceder cismáticos estaban destruyendo la iglesia. (cismático,
frase que es traducida por la teología Canóniga como: Chisme,
separación, división).
La causa de tal
estado de la persona, puede venir por muchas vías. Hay hábitos
erróneos, conceptos erróneos que Pablo trata de hacernos razonar.
La persona esta derribando el edificio que Dios a construido. Si
alguno viola el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
Nuestra mente y cuerpo esta dedicado a un propósito especial.
“Santo” o “sagrado” Ninguno siga engañándose. Dios no
puede ser engañado, nos engañamos a nosotros mismos.
Cristo estableció
el ejemplo que debemos seguir en lo que concierne no solamente a
nuestro intelecto sino a nuestra forma física ya que ambas van
juntas. Dios nos ha confiado y nos a capacitado intelectualmente y
físicamente, Pero Dios nos deja la libertad de escoger, Dios no
coacciona nuestra libertad, recordemos tú y yo que somos templo del
Espíritu Santo.
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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