lunes, 9 de marzo de 2015

PREDICANDO LA PALABRA A TIEMPO


Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 2º Tim. 4:2.

La frase: Prediques. Gr. krússo, “pregonar”. En cuanto al sustantivo kèrux, ver 1º Tim. 2:7. Pablo da una lista de deberes a Timoteo que cumpla, pero por ende, se nos pide a nosotros también. ¿Comunicar que? “La verdad” “Su Palabra” El método de Cristo era comunicar lo que había aprendido con su Padre, es el modelo para cada cristiano que cree en la Segunda Venida de Cristo.

La frase “prediques la palabra” tácitamente sugiere el propósito de ayudar a hombres y mujeres a hacer frente a las tentaciones y a resolver los problemas de la vida cotidiana. Esta orden elimina toda liviandad, todas las interpretaciones caprichosas basadas en exégesis inexactas y todos los temas baladíes. El Espíritu Santo copeará con los esfuerzos humanos sean ministros o Laicos únicamente cuando comunica la verdad.

Creo sinceramente y puedo equivocarme, puesto esto es también de sabios, que el progreso espiritual de la iglesia sea la falta de estudio serio de las Escrituras por parte de sus miembros. ¿Dónde está el cristiano que estudia la Palabra con fervor y devoción y que haya sido vencido por el diablo? Si echemos una vista hacia el pasado del pueblo de Dios. 

Desde los tiempos del Antiguo Testamento la salud, espiritual del pueblo de Dios se pudo medir por el grado de la dedicación a aprender la Torah, la Biblia hebrea [Génesis al Malaquías] incluyendo profetas mayores y menores. ¿Porque los hebreos saben tanto de la Torah? Porque dedican tiempo a su estudio. El rey Josías transformó su propia vida y la de su pueblo cuando empezó a estudiar el libro de la ley.

Ezequías prosperó porque prestó estricta atención a la voluntad de Dios revelada en el Libro del Pacto. El versículo de hoy contiene un solemne encargo de Pablo a Timoteo. El sabía que el afán por lo novedoso apartaría las mentes de la palabra. 

 No obstante, tenía que predicarla a tiempo y fuera de tiempo.
La vigorosa iglesia apostólica prospero y se expandió porque hizo de la palabra de Dios su motivo central. 

Para los primeros discípulos “predicar la Palabra” era más que un lema; era una realidad. Que esto sea nuestro lema, Dios a dado dones a cada miembro de iglesia ¡usemos lo!
Maranata
Oren por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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