Que prediques la
palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende,
exhorta con toda paciencia y doctrina. 2º Tim. 4:2.
La frase: Prediques.
Gr. krússo, “pregonar”. En cuanto al sustantivo kèrux, ver 1º
Tim. 2:7. Pablo da una lista de deberes a Timoteo que cumpla, pero
por ende, se nos pide a nosotros también. ¿Comunicar que? “La
verdad” “Su Palabra” El método de Cristo era comunicar lo que
había aprendido con su Padre, es el modelo para cada cristiano que
cree en la Segunda Venida de Cristo.
La frase “prediques
la palabra” tácitamente sugiere el propósito de ayudar a hombres
y mujeres a hacer frente a las tentaciones y a resolver los problemas
de la vida cotidiana. Esta orden elimina toda liviandad, todas las
interpretaciones caprichosas basadas en exégesis inexactas y todos
los temas baladíes. El Espíritu Santo copeará con los esfuerzos
humanos sean ministros o Laicos únicamente cuando comunica la
verdad.
Creo sinceramente y
puedo equivocarme, puesto esto es también de sabios, que el progreso
espiritual de la iglesia sea la falta de estudio serio de las
Escrituras por parte de sus miembros. ¿Dónde está el cristiano
que estudia la Palabra con fervor y devoción y que haya sido vencido
por el diablo? Si echemos una vista hacia el pasado del pueblo de
Dios.
Desde los tiempos del Antiguo Testamento la salud, espiritual
del pueblo de Dios se pudo medir por el grado de la dedicación a
aprender la Torah, la Biblia hebrea [Génesis al Malaquías]
incluyendo profetas mayores y menores. ¿Porque los hebreos saben
tanto de la Torah? Porque dedican tiempo a su estudio. El rey Josías
transformó su propia vida y la de su pueblo cuando empezó a
estudiar el libro de la ley.
Ezequías prosperó
porque prestó estricta atención a la voluntad de Dios revelada en
el Libro del Pacto. El versículo de hoy contiene un solemne encargo
de Pablo a Timoteo. El sabía que el afán por lo novedoso apartaría
las mentes de la palabra.
No obstante, tenía que predicarla a tiempo y fuera de tiempo.
No obstante, tenía que predicarla a tiempo y fuera de tiempo.
La vigorosa iglesia
apostólica prospero y se expandió porque hizo de la palabra de Dios
su motivo central.
Para los primeros discípulos “predicar la
Palabra” era más que un lema; era una realidad. Que esto sea
nuestro lema, Dios a dado dones a cada miembro de iglesia ¡usemos
lo!
Maranata
Oren
por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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