jueves, 19 de marzo de 2015

EL HOMBRE DEBE PROSPERAR FÍSICAMENTE Y ESPIRUTUALMENTE.


  Amado, yo deseo que tu seas prosperado en toda las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3º Juan 2.

La mala salud y la depresión mental son con frecuencia estrechas compañeras de viaje. Y por otra parte, la salud física, mental son estrechas compañeras de viaje. La depresión es una de las causas más comunes de la fatiga crónica. A su vez ambas conspiran para producir una caída espiritual, y llevar a la persona al suicidio o a la muerte. Pero la verdad es que las tres pueden ser meramente sintomáticas de problemas físicos. En una Matutina puse el caso de mi esposa, pero aunque se curo, el problema esta latente.

Sabemos que la escasez de oxígeno origina en hábitos deficientes de la respiración y puede afectar al cerebro y puede acarrear depresión, pero los problemas familiares y incluso los maltratos nos pueden llevar a la depresión. Juan cuando escribe a Yayo, estaba preocupado por su salud, el deseo del apóstol era equilibrado, cuerpo sano mente sana. El cerebro tiene que estar bien oxigenado al igual que los pulmones. (Luc. 5:31; 7:10; 15:27).
Dios esta interesado en nuestra condición física; anhela que disfrutemos de óptima salud. Debido a la estrecha relación entre la mente y el cuerpo, cuando prospera el alma o el carácter, el cuerpo está en mejores condiciones de tener salud. (Exo. 15:26; Prov. 14:30; MC. 185); y a la inversa: cuando se descuida la salud del cuerpo y se cultiva malos hábitos físicos, también sufre la vida religiosa. (MC. 213,242, 246).

Cristo se refiere al alma. Es una referencia a la vida espiritual de Gayo, que era vigorosa. Es probable que las condiciones físicas de Gayo no eran buenas. Pueda ser que se abandono físicamente, y esto perjudico a su estado espiritual. El consejo que nos da Juan, es para que cultivemos un cuerpo sano, y esto se consigue, con una buena alimentación.

Hoy sabemos que las carnes no están en buena salud, los productos lácteos no son buenos. Se saben que echa grasas de animales para enriquecerlas, y la grasa de la leche hacen otros productos. El cristiano al que se refiere Juan debe tener un cuerpo sano, y así tendrá una visión más susceptible a la palabra de Dios.
El enemigo del alma comprende bien la importancia del equilibrio, y procura que los cristianos fervientes caigan en los extremos. Creo fervientemente que el pueblo de Dios tiene suficiente luz, para seguir una dieta equilibrada sin carnes. 

 Es más, hay una cita que no recuerdo donde esta, pero que la he leído que dice: [Los hijos de Dios deberían dejar la carne, por las enfermedades que se encuentra en ella, ya que los que estén en el cielo no comerán carne, es por eso que tienen que dejar de comerla en la tierra.] . Más o menos dice la cita. 

Todos los que son seguidores de Cristo pueden hacer suya la oración de Juan por Cayo, a favor de ellos mismo, de sus familias y de sus hermanos en la fe.

Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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