Porque cual es su
pensamiento en su corazón, tal es él.Come y bebe, te dirá; mas su
corazón no esta contigo. Prov. 23:7.
Con frecuencia oímos
decir: “El hombre es lo que piensa”. Esté refrán proviene de
nuestro versículo, o este otro: “dime con quien andas y te diré
quien eres”. Estoy seguro que en cada país hay refranes muy
similares a estos. Esto se aplica en general a todos los seres
humanos. Lo cierto que el hombre se contamina con lo que sale de su
boca, natural, pues, que el ser humano sea de acuerdo a lo que
piensan.
Su sentido es claro
y tajante. Se esta refiriendo varios factores. El primero es aquel
que no invita de corazón. Salomón nos aconseja que nos mantengamos
a distancia de estas clase de personas que piensan de una manera y
hablan de otra. Solo los que han formado un carácter recto logran
que sus palabras coincida con sus pensamientos. “Hechos y no
palabras son buenas razones”.
“Los pensamientos
y los sentimientos combinados forman el carácter moral” (T. t. 5.
p.310). Cuando afirmamos que el carácter nos lo cambia el Señor cuando el venga, estas personas estan muy equivocadas, porque nuestro carácter debe ser cambiado aquí en la
tierra, el tuyo y el mio, y esto es una realidad. Yo tengo que luchar
con las fuerzas que Cristo me de para formar mi carácter hasta que
mi Señor Venga.”los pensamientos y los sentimientos combinados no
cambiarán con la venida del Señor” tiene que ser cambiados aqui.
El objeto de la
verdadera educación es el desarrollo de “los pensamientos y los
sentimientos” del cristiano. La palabra Carácter viene del
termino griego que significa buril, es decir, es un instrumento
puntiagudo que se usa para grabar
La palabra
“carácter” se refiere a lo que ha sido escrito o grabado en la
mente. El individuo es el resultado de los pensamientos y
sentimientos grabados en su mente. Puesto que el carácter reside en
el la mente, recordemos siempre que la mente reside en el cuerpo. La
relación entre ambos es sumamente estrecha.
Lamente influye
sobre el cuerpo y éste sobre la mente. De modo que el cuerpo actúa
de acuerdo con los pensamientos y los sentidos elaborados por la
mente. Esta suma de pensamientos, sentimientos y acciones da como
resultado final el carácter de una persona. Esto es una verdad
infranqueable, para el pueblo de Dios. A lo largo de mi vida
cristiana, “he oído esta expresión”
El mayor error de la
vida de un cristiano es pensar de esta manera. Yo, como cristiano,
trato de luchar con la ayuda de mi hacedor, Cristo Jesús, para que me
de fuerzas para luchar y vencer por los méritos de Jesús mis
defectos de carácter, solo así podre tener la victoria.
Cuanto más nos ha
cerquemos a los tiempos finales, nuestro carácter debe refleja la
bondad y el amor de nuestro Salvador,para que todos sepan que somos
hijos y hijas de Dios, y por ende nuestro Señor sea glorificado. (1º
Juan 2:1-11).
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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