A todos los
sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid,
comprad y comed. Venid comprad sin dinero y sin precio. Isa. 55:1.
Es decir, los que
tienen sed de comprender mejor la voluntad y los caminos de Dios, y
de obtener la gracia de estar en paz con él. (Sal.42:1-2; 63:1; Mat.
5:6; Juan. 7:37; Apoc. 21:6; 22:17).
El hombre fue creado
con un anhelo interior de Dios que solo hallará satisfacción
permanente en la comunión con su hacedor. La hermosura poética de
este verso no podría haberse hecho una invitación más bondadosa al
hombre para que acepte las bendiciones de la salvación.
Nadie esta excluido,
no importa de que religión sea, ni cuales sean sus creencias, aun
siendo escéptico y ateo, ellos también entra en este hermosa
promesa. “El que quiera, tome el agua de la vida gratuitamente”
(Apoc. 22:17).
¿Os habéis encontrado en el desierto del Sajara sin agua? O ¿en la selva amazónica de Venezuela sin agua? Por experiencia se pasa horas angustiosas. ¡Pero! en ambos casos Dios no te abandona, sea en el desierto, te encuentras con un nómada que te dará agua aunque tenga poca, o en la selva encuentras una fruta donde hay abundante agua. Dios cuida al hombre en ambos casos.
¿Os habéis encontrado en el desierto del Sajara sin agua? O ¿en la selva amazónica de Venezuela sin agua? Por experiencia se pasa horas angustiosas. ¡Pero! en ambos casos Dios no te abandona, sea en el desierto, te encuentras con un nómada que te dará agua aunque tenga poca, o en la selva encuentras una fruta donde hay abundante agua. Dios cuida al hombre en ambos casos.
No tiene cabida aquí
la idea de que algunos hombre han sido creados para la salvación y
otros para la condenación, Dios no interviene en el ejercicio de la
libertad del hombre, el libre albedrío es exclusivamente del hombre.
(Eze. 18:31-32; 33:11; 2ºPed. 3:9).
Entre las
necesidades físicas del ser humano, pocas son tan vitales como el
agua.el 90% de nuestro cuerpo necesita agua.
Dios invita a todos
los hombres y mujeres en todas las partes para que participen
gratuitamente de su gracia. El agua, el vino, la leche y el pan
(vers 2) representa en este pasaje todas las bendiciones espirituales
que Dios da al hombre. (Mat. 26:27-29; Juan.4:10,13-14; 1º Cor.
11:25-27; 1º Ped.2:2).
¿No tienes dinero o
Plata? Es un lenguaje figurado que aquí se emplea para reconocer la
necesidad que tiene la persona.(Mat.5:3). La persona/as que comprende
perfectamente que no tienen méritos propios para ofrecer a Dios en
pago del precio don de la salvación.
Sin embargo, Dios te invita a ti y a los demás hombre a que vallas a él, a pesar de tu pobreza espiritual. El precio de tu salvación ha sido pagado por Cristo.
Sin embargo, Dios te invita a ti y a los demás hombre a que vallas a él, a pesar de tu pobreza espiritual. El precio de tu salvación ha sido pagado por Cristo.
Los que quieran
recibir las bendiciones espirituales, no sólo deben tener hambre y
sed de justicia, sino también deben esforzarse para obtenerla (ver
Mat.13:44-46). Las bendiciones de la salvación son gratuitas, pero
sólo pueden obtenerla al precio de todo lo que tiene una persona.
Dios nunca prometió
conceder la salvación a quienes son indiferentes o no están
dispuestos a realizar el esfuerzo necesario para obtenerla.
Es por eso que hay que dejar las cosas del mundo. Se que muchos de mis hermanos de Venezuela lo están pasando mal, esta es una invitación que hace Dios para que estén firmes en la fe.
Acaso las palabras del salmista expresan el anhelo de los que están verdaderamente hambrientos y sedientos de la palabra de Dios. “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo” (Sal. 42:1,2.).
Es por eso que hay que dejar las cosas del mundo. Se que muchos de mis hermanos de Venezuela lo están pasando mal, esta es una invitación que hace Dios para que estén firmes en la fe.
Acaso las palabras del salmista expresan el anhelo de los que están verdaderamente hambrientos y sedientos de la palabra de Dios. “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo” (Sal. 42:1,2.).
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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