Y te afligió, y te
hizo tener hambre, y te sustento con maná, comida que no conocías
tu, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo
de pan vivirá el hombre, más de todo lo que sale de la boca de
Jehová vivirá el hombre. Deut. 8:3.
Este pasaje de
Moisés fue el que citó Jesús en respuesta a la primera tentación
de Satanás en el desierto (Mat. 4:4). Y en la palabra encontramos
textos que nos permite hacer frente a nuestro más acérrimo enemigo.
Lo cierto es que
Dios alimento a Israel con el maná (maná que se hace referencia a
la Palabra de Dios), en el desierto del Sinaí durante esos cuarenta
años. Esta experiencia que en gran parte era desconocida para los
terahitas (Hebreos) y para sus padres.
La relación que
Dios quería tener con su pueblo era de un máximo interés.
Dios quería dar una
lección quiso enseñarles que mientras creyesen en él y le
obedeciesen, los protegería y sustentaría en el desierto. Pero esto tiene otra enseñanza bíblica, es decir: el hombre no solo viviría de los alimentos materiales, sino que el alimento que los raía vivir una vida prolongada en el tiempo futuro, era las enseñanza de la palabra de Dios en sus corazones, la palabra que sale de boca de Dios.
La gran pregunta es:
¿Como vamos a creer en su Palabra si no dedicamos tiempo para
conocerla mediante el estudio y la meditación? Hace años mil
miembros de iglesia respondieron a un cuestionario. Este estudio
revelo la triste realidad de una iglesia militante, Su creencia y su
bien espiritual dependía mas de los cultos sabáticos que de la
devoción personal.
A mitad de los miembros asumían esa actitud y, trágicamente le echaban la culpa a los cultos lay, sean estos por los ancianos o pastores también porque no ven un interés por las almas.
A mitad de los miembros asumían esa actitud y, trágicamente le echaban la culpa a los cultos lay, sean estos por los ancianos o pastores también porque no ven un interés por las almas.
Creo firmemente que
al no estudiar los grandes temas de Daniel y apocalipsis, que son
temas para nuestros tiempo, el crecimiento espiritual y la fe decaen.
¿Cuantos Jóvenes saben bien las profecías de estos dos grandes
profetas? De los 17 Millones, que son guardadores del sábado, no lo
saben o medias el 30% . Por lo tanto cada persona es responsable de
su salvación y de su fe.
Podemos estar muy
ocupados, pero tenemos la facultad de decidir por nosotros mismos. No somos caucionados por nadie, ero daremos cuenta a Dios por el tiempo perdido, y cuando llegue la hora de nuestra visitación, ¿que responderemos a Dios?
Si permitimos que la
presión de la sociedad y las actividades de esta vida nos impida
dedicar tiempo a Dios todo los días, ¿Quien tiene la culpa?
Solamente tu y yo.
El pueblo de Dios
posee el mejor método de estudiar la Biblia del mundo, y dejamos que
el polvo se acumule en nuestras Biblias, y la escuela sabática se le
acumule polvo en la estanteria. La Biblia es un arbol lleno de hojas
verdes, y cuanto más se ha cerca uno ve su hermoso fruto y cuando la
catamos sabe dulce como la miel. El propósito del árbol es la santidad de las naciones y pueblos, es evidente que el éxito de la vida espiritual depende del desarrollo logrado por medio del ferviente estudio de la Biblia y de la dirección del Espíritu Santo.
Maranata
Oren
por la vista de mi esposa.
Dedicada
a mi esposa Susana.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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