Y cuando se siente
sobre el trono de su reino, entonces escribirás para si en un libro
una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los
sacerdotes levitas; y lo tendrá consigo, y leerá él todos los días
de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar
todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por
obra”. Deut. 17:18 19.
Unas de las
características que debían distinguir al gobernante de Israel debía
ser su entera consagración a los preceptos divinos (ver. Jos. 8:32).
Esta advertencia o consejo también se extiende a los gobernantes de
este mundo, pero estos gobernantes se lo pasa por alto. Es por eso
que hay tantos gobernantes y reyes que son corruptos.
Dios dio
instrucciones específicas para quien llegara a ser escogido rey de
Israel. Debía pertenecer al pueblo de Dios. No debía tener muchos
caballos [ hoy diríamos no muchos coches de lujo], pues tenía que
depender de Dios, (cosa que los gobernantes de este mundo no lo
hacen). Se le prohibió ademas acumular para sí p lata, oro y
mujeres.
Los gobernantes de
este mundo lo hacen todo al revés.
En nuestro texto de
hoy hallamos las indicaciones positivas. Las Sagradas Escrituras
debía ser su guía todos los días e su vida. La observancia de los
preceptos de Dios le daría en éxito
y largo reinado.
John Adams, segundo
presidente de los Espatos Unidos escribió en su diario el 22 de
febrero de 1756: “Supongamos que una nación, en alguna región
distante, tomara la Biblia como su única norma, y cada miembro de
ella regularse su conducta por los preceptos que se presenta en las
Escrituras. . . ¡Qué Utopía que paraíso sería esa región!”
Necesitamos
desesperadamente más Hilcías que descubran las Escrituras
sepultadas bajo los diarios y las revistas, y que después, mediante
su estudió, conozcan y comprendan la voluntad de Dios. Necesitamos
más hombres como el rey Josías, que leyó “todas las palabras del
libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jehová”. (2º
Rey. 32:2).
A ese descubrimiento
le siguió una poderosa reforma. Josías habría limpiado la tierra
de la idolatría que había en su pueblo si no hubiera sido por las
Escrituras. En ellas ser basaba su autoridad, su poder, y sus
motivaciones.
En el pueblo de Dios
necesitamos muchos hombres como el rey Josías, no hombre corruptos,
orgullosos, intolerantes, que se creen que por ser presidente ya se
creen que pueden hacer todo lo que ellos quieran. Estas clase de
personas al final de sus días, son castigadas por su mal proceder.
Pero también hay que decir, que ha habido hombre que han amado la
palabra y que ocupo en sus corazones el primer lugar.
Muchos de nuestros
pioneros, se esforzaron para que el pueblo de Dios, estuvieran fuera
de contaminación idolatra de este mundo. Pero por desgracia el mundo
esta dentro de la iglesia, nuestras mujeres van como las del mundo,
copian las cosas del mundo, nuestros jóvenes hacen lo mismo. No
ponemos las Escrituras en primer lugar con oración y temor.
No
bañamos sus páginas con nuestras lagrimas, no sentimos la necesidad
de que él Espíritu Santo nos trasforme a la semejanza de nuestro
Salvador. Roguemos a Dios que ilumine nuestra mente y nos muestre la
verdad. ¡Sigamos el ejemplo del rey Josías.!
Maranata
Oren
por la vista de mi esposa.
Dedicada
a mi esposa Susana.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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